Era una adolescente de 16 años que tenía 2 dias con un fuerte dolor de garganta, pero el dolor iba a venir y no le tomó mucha importancia, hasta que una mañana no pudo soportar más el dolor. Tenía miedo de ir a decirselo a su papá que era enfermero y sabia que rápidamente iba a querer llevarla al médico. Fue al cuarto de su padre. La puerta estaba abierta y entro sin tocar.
-Papá-dijo con voz ronca
-Buenos días mi amor ¿qué pasa?-preguntó un poco preocupado al verla con la cara desencajada.
-Me duele mucho la garganta-se le dificultaba hablar.
-¿Desde cuando te duele?-preguntó acercándose a ella-tienes fiebre-le dijo tocandole la frente.
-Desde ayer, pero el dolor se me quitaba por eso no te dije nada, pero hoy empeoró.
-Vamos al doctor-le dijo-ve a cambiarte-le sonrío para darle un poco de ánimo-yo también me cambiare-le hizo un cariño en la mejilla derecha.
Alexa se temia lo que su padre le dijo. Se fue a su cuarto para quitarse el pijama. No queria ir al doctor, pero tampoco quería seguir soportando el dolor de garganta, que cada vez que debía tragar saliva, le dolia muchisimo.
-Alexa date prisa hija-su padre toco la puerta de su cuarto.
-Ya voy papá-dijo apurandose.
Salió a los 10 minutos de su cuarto.
-Primero vamos a desayunar-dijo el padre.
-No papá, yo no puedo comer nada, me duele muchísimo-se quejo.
-Esta bien, vamos al doctor y después desayunamos-dijo Arturo.
Alexa y Arturo se fueron al coche y Arturo manejo con cuidado al hospital. En el camino hizo la cita para su hija, que por suerte el médico no tenia una mañana muy llena. La secretaría le dijo que en cuanto llegara al hospital el doctor atendería a alexa. Guillermo conocía a alexa desde niña y sabia que ella le tenía miedo a los médicos y sobre todo a las agujas y por lo que le dijo su secretaria, ya se estaba haciendo a la idea de que abría agujas de por medio. Arturo llego rápido al hospital. Alexa estaba nerviosa y eso era evidente, pues ella no dejaba de tronar los dedos de sus manos.
-Hija por favor, basta, te vas a lastimar-dijo Arturo.
-Papá, por favor, no quiero estar aquí-suplico.
-Ya lo sé mi amor, pero es necesario, ya tenemos la cita, conoces a Guillermo desde hace años.
-Y también se que va a ver agujas-dijo agachando la cabeza.
-Eso no lo sabes aun-Arturo le revolvió el pelo para hacerla reir y funcionó.
Al llegar al hospital, Arturo la abrazo para quitarle un poco los nervios. Entraron a la clinica.
-El doctor los está esperando-dijo sonriente la secretaria-pueden pasar.
-Muchas gracias-dijo Arturo.
-Papá tengo que ir al baño-dijo Alexa.
-No tardes por favor-Arturo sabia que era para hacer tiempo.
A los 5 minutos Alexa salió del baño. Arturo la abrazo, veia a su hija como una niña pequeña. Le sonrío, pero Alexa tenia miedo. Arturo toco la puerta del consultorio.
-Pase-dijo Guillermo.
-Buenos días-dijo Arturo abriendo la puerta.
-Buenos días-dijo Guillermo sonriendo.
-Buenos días-dijo Alexa escondiéndose detrás de su padre.
Guillermo al escucharla supo que algo andaba mal con su garganta.
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Miedo a las Agujas E Inyecciones
RandomNiños, adolescentes y adultos con miedo a las inyecciones y agujas