Lucia es una adolescente de 15 años que amaneció con un dolor insoportable en el estómago y fue al baño directo a vomitar. Al terminar se vio en el espejo y estaba sudando, com los ojos llorosos. Al tocarse la frente se dio cuenta que estaba muy caliente. Se lavo los dientes y salió deo baño, quería corroborar que sus padres no estaban en la casa, pues no tenía pensado decirles que estaba enferma. Sus padres se preocuparían por ella e iban a querer llevarla al médico y a Lucia desde niña le daban mucho miedo. Salió a la cocina y no había nadie por suerte para ella. El dolor iba aumentando y ella caminaba un poco encorvada, aunque eso no ayudaba en nada para disminuir el dolor. Se puso el uniforme para irse a la escuela, pues no pudo desayunar. Ya iba a salir de su casa cuando le dio una fuerte punzada y las lágrimas se le salieron de lo fuerte que fue. Se regresó a su cuarto, se quito el uniforme y se puso ropa ligera. Se acostó y se quedo dormida, pero no durmió mucho pues el dolor y las náuseas iban en aumento. Se desertó solo para volver a devolver el estómago. Se quedo un rato en el retrete, pues no tenía fuerzas para levantarse. Su madre llego de su trabajo, se sorprendió al ver el desayuno de su hija en la mesa. Se le hizo muy extraño y fue a buscarla a su cuarto. Se asustó cuando escucho ruidos en el baño, rápidamente fue a ver y su susto aumento cuando vio a su hija vomitar sin control.
-Hija-dijo alarmada hincandose a su lado.
Lucia no podia hablar.
-Tienes fiebre-dijo parándose-voy a llamar a tu papá para que te llevamos al doctor-dijo sacando su celular y marcando-hola amor, necesito que te vengas inmediatamente a la casa, Lucia está enferma, no para de vomitar, si, apurate por favor.
Armando se alarmó un poco al escuchar a su esposa, dejo de trabajar. Manejo con cuidado, pero estaba desesperado. Sabia que llevar a su hija al doctor sería muy difícil, pero era algo que debian de hacer. Llamo para pedir cita con su doctor de cabecera, quien ya conocía de hacia años a Lucia, Armando solo le dijo lo que su esposa le informo y Ángel pensó que lo más seguro era que tuviera una fuerte infección estomacal, pero aun así debía de revisarla y se lo dijo a Armando. Él al llegar a su casa se bajó del auto casi corriendo. Entro al cuarto de su hija y ella ya no vomitaba, pero estaba muy débil. Su esposa y ella estaba sentadas en la cama.
-Amor ¿Cómo estás? - dijo abrazando a su hija.
-Mal papá, me duele mucho el estómago-se quejo.
-Ya hice cita con Ángel, nos está esperando en el hospital-dijo tranquilo.
-No papá, no quiero ir al médico-dijo irritada.
-Lucia por favor-dijo su madre un poco molesta por su reacción-no vamos a dejarte enferma, estás mal e ir al médico no está en discusión.
-Hija, tu madre tiene razón y yo la apoyo, es necesario ir al doctor-dijo tranquilo, pero firme.
Lucia sabia que no ganaría la discusión y además, no tenia fuerzas para seguir alegando. Se levantó con dificultad, su padre la cargo en brazos para que no tuviera que caminar. Ana la madre lo seguía muy de cerca, estaba muy preocupada por su hija, quien estaba pálida, pero por suerte había dejado de vomitar. Su padre la dejo en el asiento de atrás del carro, él también estaba preocupado por su hija, pero no quiso decirselo a su esposa, ya que ella estaba muy nerviosa. Manejo con mucho cuidado a la clínica, por suerte no estaba muy lejos y llegaron rápido. Armando volvió a cargar a su hija en brazos quien se había quedado dormida. Con el movimiento desperto.
-Papi por favor- suplico de manera infantil.
-Todo va a estar bien cariño-dijo él caminando hacia la clínica.
Su esposa lo seguía muy de cerca. Al llegar a la recepción, la secretaria rápidamente los hizo pasar al consultorio. Ana toco la puerta y pasaron. Ángel al verla supo que Lucía estaba mal.
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Miedo a las Agujas E Inyecciones
DiversosNiños, adolescentes y adultos con miedo a las inyecciones y agujas