Era un niño de 11 años que estaba jugando con sus hermanos menores en el patio de su casa. Sin darse cuenta un perro con rabia se metió en el patio y Tomás fue atacado por él. El perro lo mordió 2 veces una en la pierna derecha y la otra en la antebrazo derecho. Laura y Emiliano salieron corriendo a buscar a su padre cuando el perro mordió a su hermano. Juan Carlos llegó corriendo sin sus hijos ya que no quería que sus hijos salieron perjudicados. El padre corrió al perro. Tomás estaba llorado, dado que las mordidas habían sido muy profundas. Sin perder tiempo Juan Carlos llamó a una ambulancia, no quería mover a su hijo. Quien estaba tratando de calmarlo. Por suerte la ambulancia llego rápido. Los paramedicos le dieron los primeros auxilios y se lo llevaron al hospital. Juan Carlos llamó a su esposa en la ambulancia, también se llevó a sus hijos más pequeños. Isabel se alarmo por su hijo, quien lo escuchaba llorar atraves del teléfono, le pidió a su esposo hablar con su hijo.
-Mami-dijo llorando tranquilo-me duele mucho.
-Ya lo sé mi amor, pero tienes que ser valiente-dijo con cariño, pero estaba muy nerviosa.
Juan Carlos habló un momento con ella y colgó. Isabel le dijo a su jefe lo que habia pasado a su hijo y él le permitió salió del trabajo para que estuviera con su hijo. Ella estaba muy preocupada y de los nervios no pudo manejar al hospital, le tuvo que llamar a su padre para que la llevara. Él inmediatamente le dijo que si, vivían muy cerca de donde trabajada Isabel y llego rápido para irse al hospital. La ambulancia llego pronto al hospital y metieron por urgencias a Tomás. Juan Carlos dejó a sus hijos en la sala de espera para poder entrar con su hijo mayor. Una trabajadora socia le dijo que ella estaría al pendiente de los niños.
-Niño de 11 años-dijo uno de los paramedicos al doctor que se acercó a la camilla-fue mordido por un perro con rabia.
El urgenciologo escucho con atención lo que le decían. Llevo a Tomás a un cubículo pequeño y una enfermera llego para asistir al doctor. Juan Carlos estaba muy preocupado por su hijo, además de que se sentía culpable por no haber estado cuidándolos.
-Enferma-dijo el médico amable-traiga todo para curación.
Mientras que la enfermera volvía, el doctor le dijo a Juan Carlos que debía de registrar a su hijo, él fue rápido a hacerlo. Isabel estaba impaciente por llegar al hospital. Se le hizo una eternidad la espera en los semáforos. Su padre la dejo en la puerta, mientras que él iba a estacionar el coche. Isabel vio a sus hijos en la sala de espera y los saludo. Tuvo que esperar a que la trabajadora social entrará al hospital para que la dejaran pasar. 5 minutos después ya estaba buscando a su hijo y esposo a quien vio en la recepción y fue directo a él. Se saludaron con un tierno beso. Juan Carlos la llevo a donde estaba su hijo.
-¿Cómo estás mi amor?-preguntó preocupada.
-Bien mamá-dijo llorando tranquilo.
El doctor y la enfermara llegaron.
-Tomás-dijo la enfermera-necesitamos limpiar muy bien las mordeduras del perro, tienes que ser muy valiente.
Tomás empezó a llorar un poco más fuerte, en primera porqué las heridas le dolían y en segundo porqué desde pequeño le tenía pánico a los hospitales. Juan Carlos e Isabel lo sabían por lo que ella lo abrazo. El doctor se retiro y la enfermera empezó con la herida del brazo. Tomás estaba siendo muy valiente, pero le dolia demaciado la curación. Sus padres trataban de darle ánimos para que no se sintiera tan mal. La enfermera terminó con el brazo y se paso a la pierna, el niño se estaba portando bien, pero cuando empezó a lavarle con agua y jabón la herida ya no quiso cooperar.
-Mami-dijo llorando a mares-me duele mucho-quito su pierna de las manos de la enfermera.
-Mi amor por favor-dijo ella con amor-tienes que dejar que la enfermera terminen, es por tu bien.
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Miedo a las Agujas E Inyecciones
De TodoNiños, adolescentes y adultos con miedo a las inyecciones y agujas