Sanji pensaba que sólo el espadachín era capaz de ponerle nervioso pero, fuera lo que fuera que hubiese sentido con Law, estaba seguro de que había sentido algo. Aquel médico era tan observador e inteligente que el mero hecho de imaginar lo que estaría pensando en cada momento le provocaba una corriente eléctrica por todo el cuerpo.
No podía negar que compartían muchos intereses comunes y eso le hacía sentir sumamente cómodo cuando estaba a su lado. Y por lo que había escuchado del otro, el placer era mutuo. Sólo se había sentido así cuando estaba con Zoro. Sin embargo, el espadachín y el hombre que tenía delante en aquellos momentos, no podían ser más diferentes.
Aunque si lo pensaba bien, compartían ciertas similitudes en su actitud.
Vaya, por lo visto tenía un tipo.
Encendió un cigarrillo mientras continuaban su camino buscando la forma de escapar de los malditos secuaces de Kaido. No tenía ganas de pelear en ese momento y la sóla idea de que esos idiotas pusieran en peligro el plan le mantenía en un estado de alerta constante. Sin embargo, no escuchó al cirujano acercarse por su espalda.
-¿Vas a contarme de una vez qué te pasa?
El rubio se sorprendió al escuchar aquella pregunta. El tono del tatuado había sonado como si realmente estuviera preocupado por él y aquello le hizo sentir seguro.
-No es nada. Estoy dándole vueltas a la forma de ocultar mi identidad. -Confesó.
No estaba mintiendo. Al menos lo que le había dicho al cirujano era verdad, sin embargo, no buscaba una idea para poder pasar desapercibido. Él tenía muy claro cómo conseguir su objetivo pero le preocupaba lo que significaba aceptar ese traje como suyo y comenzar a usarlo. ¿Y si la gente lo reconocía? Al fin y al cabo, era un traje del Germa.
-No deberías complicarte tanto. Sólo te hará perder tiempo. -Soltó el mayor.
-¡OÍ BASTARDO! ¿Quién está perdiendo el tiempo? Tú eres el que no para de jugar.
Law extendió su brazo hasta sujetar la muñeca del más pálido y le obligó a mirarle fijamente. -Yo no acostumbro a jugar con estas cosas. No bromeaba cuando dije que me agradabas Kuroashi-ya.
-Así que... ¿Te estás declarando? ¿Ahora?
-Desde que nos aliamos mi cabeza sólo podía pensar en Dressrosa y en cómo seguramente allí acabaría todo para mí. Pero sobreviví y ahora puedo concentrarme en otras cosas que antes no podía.
Sanji observó cómo el médico tragaba y su nuez subía y bajaba por su cuello dándole una apariencia tan deseable como irresistible. No podía negar la fuerte atracción que sentía hacia el cuerpo tatuado que tenía delante. A pesar de que nunca se había fiado de él, siempre le había visto como una persona jodidamente fascinante.
Tal vez por eso se sentía tan amenazado ante su presencia. El cirujano de la muerte era una persona tan despiadada como inteligente pero ¿Y si todo aquello no era lo único que había? Tal vez incluso alguien tan frío como Law tenía la necesidad de la compañía ajena.
Los ojos azules brillaron pensando en las palabras adecuadas para responder al mayor pero, las voces de Franky y Usopp no tardaron en resonar en sus oídos interrumpiendo aquella intensa conversación.
¿Hasta dónde habrían estado dispuestos a llegar si no llegan a haber sufrido alguna intromisión?
¿Qué demonios estaba pasando?
ESTÁS LEYENDO
Pensé que sería al revés
FanfictionEl título lo dice todo y sino, más razón aún para que le echéis un vistazo ;) AVISOS: *SPOILERS *CONTENIDO DE LA SERIE Y CONTENIDO INVENTADO *LOS PERSONAJES SON CREACIÓN DE EIICHIRO ODA *CAPÍTULOS CORTOS