16. ZORO & KID - p. 6

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Mierda. Zoro no sabía por qué demonios las palabras de su contrincante le habían afectado tanto pero no tardó en notar como su mano ya no se mantenía tan firme como antes. Centró su mirada en los ojos ámbar de Kid mientras intentaba mantener la calma.

-¿Ni siquiera en una pelea piensas disimular lo mucho que te gusto? -Soltó finalmente devolviendo la jugada.

-¿AH? -El pelirrojo empujó con fuerza al contrario. -No me jodas Roronoa. Como si fuera el único que se alegra de verte. -Confesó con el ceño fruncido.

Zoro abrió los ojos sorprendido. Habría imaginado que un arrogante testarudo como Kid se pondría a la defensiva ante sus palabras, sin embargo, el otro lo había admitido sin ningún problema y además le reprochaba a él por no hacer lo mismo.

-No voy a perdonar a Killer.

-Entonces tendrás que acabar conmigo porque no pienso dejar que pases.

-¡Mierda idiota! ¿Es que no ves que esto no es asunto tuyo?

-¿No es asunto mío? Ese maldito de Kaido me engañó y me traicionó, me encerró y obligó a mi tripulación a trabajar para él haciendo todo tipo de mierdas bajo la amenaza de que me mataría. ¡JODER! ¿Es que no ves lo que le ha hecho a Killer? -El pelirrojo apretó sus puños intentando contener las lágrimas. -Pienso destruir a ese malnacido, Roronoa, así que si estás de mi lado, puede que hasta te deje ayudarme a derrotar al bastardo inmortal pero si no dejas en paz a Killer yo... No puedo dejar que salgas vivo de aquí.

-No quiero acabar contigo antes de tiempo. Pero tu tripulación actúa como sucias ratas poniendo en peligro a todos sin importarles nadie más. -Respondió Zoro con reproche.

-Por desgracia eso lo han aprendido de su capitán. -Respondió el otro mientras se carcajeaba. -Pero no va a ser más así. Te prometo que he cambiado... O bueno. Estoy en ello. -Agregó mientras se ponía a la defensiva moviendo sus brazos intentando disimular la vergüenza que le provocaba admitir sus errores.

Esta vez fue la risa del espadachín la que se escuchó por toda la zona. -¡Maldita sea! Siempre me llaman la atención los perturbados.

-Así que... Por fin admites que estás interesado en mí. -Soltó de pronto el capitán acorralando ahora el cuerpo del menor.

El pelirrojo se acercó a su oído mientras su brazo humano comenzaba a subir hasta el cuello de su oponente.

-¿Sabes? El idiota de Trafalgar y yo compartimos una pequeña historia juntos. El caso es que aunque sea un maníaco insufrible y sabelotodo, supongo que le debo una disculpa por reírme de él al enterarme de que se había aliado con vosotros. Sois una panda de raritos pero ¡Demonios! debo admitir que sois fuertes. Y a estas alturas vuestra alianza también lo es.

Zoro sintió un tic en el ojo al escuchar al capitán referirse a su tripulación como raritos. ¿Acaso no tenía un espejo en su barco?

-Hace un par de días me encontré con Law. Por lo visto llevaba días como prisionero de Hawkins pero logró escapar. - Continuó Eusstas.

Lo sabía. El ojeroso era inteligente y fuerte y esa combinación era casi perfecta. Esperaba que se encontrase bien y Kid acababa de confirmárselo. A pesar de sentir una punzada de molestia en su pecho al pensar en lo aliviado que se sentiría el rubio al enterarse, saber que tanto Sanji como Trafalgar no estaban en peligro, le llenaba de paz.

-Como somos viejos amigos pensé que me contaría un par de cosas sobre el gran espadachín de los Mugiwara ya que por alguna razón me resulta de lo más interesante. -El pelirrojo siguió hablando sin dejar de tocar al espadachín. -Sin embargo, cuando le pregunté por ti, el muy idiota sólo me miró con esa mirada tan sombría y me dijo: "Más vale que te alejes de Roronoa-ya si no tienes buenas intenciones. Estas personas no son como nosotros. No se te ocurra corromperlas."

Zoro tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no reírse al escuchar al mayor imitando al cirujano. Sobre todo al ver la seriedad en el semblante de Kid.

-¡Maldito idiota! Aunque él no lo quiera admitir, también es mejor persona desde que se alió con vosotros. ¿Por qué no se fía de que yo también pueda cambiar?

El peliverde se carcajeó incapaz de soportar más la risa y se acercó descaradamente al contrario. -Law y yo sentimos algo por la misma persona y a pesar de eso, nos respetamos mutuamente. Es un bastardo terrorífico pero me cae bien. -Tras esto, dejó de reír y acercó su rostro al de Kid. -Supongo que es su manera de proteger a su aliado... Aunque obviamente no lo necesito.

-Así que había alguien y desde que me conociste tienes la cabeza hecha un lío. Después de esto, no puedes negar mi encanto natural, Roronoa. -Respondió el capitán sobre sus labios.

Tras estas palabras Zoro se lanzó a besar los labios del mayor que no tardaron en corresponder aquel fogoso contacto. Como era de esperar lejos de ser casto, cada segundo que pasaba se intensificaba más. Al separarse, el primero en hablar fue Zoro.

-Te lo dije. Siempre me ha gustado jugar con fuego. 

Pensé que sería al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora