Pensé que sería al revés

12. ZORO & SANJI - p. 5

*Flashback*

-Entonces no es asunto nuestro. Al menos por ahora. -Respondió el peliverde serio.

Zoro se sentía frustrado. Sabía de sobra a qué se debía el estado de ensoñación que observaba en el contrario y de pronto, una dolorosa sensación oprimió su pecho obligándole a volver a hablar al ver la tristeza implícita en los azules ojos de su nakama.

-Oí cejillas. Sé que siempre me meto contigo y hablo de cómo me da igual lo que te suceda pero...

El espadachín paró buscando las palabras adecuadas para poder continuar. Se rascó la nuca mientras un tinte de nerviosismo aparecía en sus ojos. -Puede que antes pensara que me daba igual lo que sucediese contigo pero, realmente no quiero que te largues de nuevo. ¡Demonios! Me alegra mucho tenerte de vuelta.

Zoro miró a Sanji y vio cómo las lágrimas comenzaban a amontonarse en los ojos azulados. A pesar de las ganas locas de besarlo que le entraron en esos momentos, se obligó a sí mismo a centrarse. -Lo que quiero decirte con esto es que... Sé que Law te importa pero necesitamos concentrarnos en el plan y que no hagas ninguna locura ¿Lo entiendes?

El cocinero asintió mientras sus mejillas se sonrojaban lentamente al procesar lo que acababa de escuchar.

-Te prometo que si ese idiota de Torao se ha metido en problemas, nos encargaremos de ello. Pero ahora nuestra prioridad es continuar con el plan. Necesito que cuidéis de Toko mientras yo protejo a Hiyori de los secuaces de Orochi.

La sola mención de aquel hombre le tensó de inmediato provocando que al terminar de hablar, un aura oscura comenzase a envolver su cuerpo. Sin embargo, de pronto una cálida sensación se apoderó de él haciéndolo poco a poco recobrar el control de sus emociones. Dirigió la vista al causante de ese calor y se encontró con la mano de Sanji sobre su pecho justo sobre su cicatriz.

-Tienes razón, marimo. Mierda, jamás pensé que diría algo como eso. ¡Este sitio te ha cambiado!

El mayor soltó una carcajada mientras ponía una de sus manos sobre la del más pálido y la otra sobre su cabeza y acariciaba con cariño. -Puede que no sea el único. Sea lo que sea que te sucediese en Whole Cake, también te ha cambiado. -Dijo estas palabras sobre los labios ajenos.

Aquello fue demasiado para Sanji que se lanzó sin querer contenerse más a los labios de su nakama. El deseo y las ganas de ambos hombres se vio reflejado en la forma en la que sus lenguas se exploraban sin querer desaprovechar el momento. El cocinero no era consciente de cuánto había estado deseando ese beso desde que se reencontraron en Wano. Conocer más a Zoro le había hecho entenderle mucho mejor. ¡Maldita sea! ¿Quién iba a decir que el espadachín era un tipo tan profundo y sensible? Se sentía cómodo cuando estaba con él y eso le reconfortaba por completo. De pronto, la imagen de Law le provocó una punzada dolorosa en su pecho provocando que la calidez del peliverde perdiera parte de su fuerza. Tras unos segundos se obligó a serenarse tras lo sucedido.

-Sabes que tengo un buen lío en la cabeza ¿Verdad marimo desvergonzado? -Se defendió el rubio sin retirarse del sitio.

-Eso significa que no estoy loco. Tú también sientes algo cuando estás conmigo.

-Yo...

-También he notado que estás empezando a sentirte realmente cómodo con Law. Es un buen tipo a pesar de sus pintas de maníaco y esa fría mirada. Aún recuerdo cuando le conocimos en Sabaody. -El espadachín volvió a carcajearse mientras parecía hacer memoria.

¡Mierda! ¡Ese día también conocimos al hombre antorcha! -Pensó de pronto.

¿Ah? ¿Hombre antorcha?¿Por qué demonios pensaba en él en un momento como éste? Sin embargo, no pudo frenar el bombardeo de imágenes que su cerebro le envíaba.

...

Eusstas Kid.

Estaba seguro de que no volvería a olvidar ese nombre.

-Cállate idiota. Odio que me conozcas así. -Soltó Sanji sacándole de golpe de sus pensamientos. -Está bien. Me centraré en el plan por ahora pero, no voy a dejar de investigar por mi cuenta sobre la ubicación de Law. Ocultaré mi aspecto y tendré cuidado. Lo prometo.

El peliverde bufó molesto por el plan del rubio, sin embargo, elevó su mano hasta la cabeza del menor y le atrajo hacia él envolviéndolo en un abrazo. -Ten cuidado, idiota cejas de sushi. -Susurró en su oído.

-No te pierdas, alga parlante. Como le suceda algo a esa mujer te prometo que te patearé el trasero. -Respondió el rubio apretando con fuerza el cuerpo del mayor.

Tras estas palabras ambos hombres se separaron finalmente.

*Fin del Flashback*