Pensé que sería al revés

20. LAW & KID - p. 1

-No tienes ni idea del tiempo que he pasado pensando en ti en esa celda.

El cirujano inhaló el aroma del rubio respirando por fin tranquilo a medida que sentía cómo éste se aferraba con fuerza a él correspondiendo el abrazo. 

-Eres un puto imbécil. Pero sé cómo actúa un imbécil que quiere proteger a su tripulación, así que si eso que dices es verdad, demuéstramelo. -Dijo Sanji de pronto acercándose a la boca ajena.

Law abrió los ojos de golpe para cerciorarse de que el rubio no estaba bromeando y al ver el fuego crecer en aquellos ojos azules elevó su mano hasta acariciar la pálida mejilla contraria y con un suave movimiento acortó los escasos centímetros que les separaban. Sanji no podía controlar las sensaciones que todo su cuerpo le lanzaba al entrar en contacto con el ojeroso. Aquel beso logró que por unos segundos ambos olvidaran las verdaderas razones que les habían traído a ese lugar.

-¿Interrumpo algo?

Una tercera voz hizo que el tatuado se girase de golpe hacia la persona que acababa de hablar.

-¿Qué haces aquí, Eustass-ya?

El mencionado soltó una gran carcajada. 

-Mierda Trafalgar, ¿Así es cómo me tratas ahora? -El pelirrojo intentó acercarse pero Law hizo el amago de desenvainar su espada. -Oí idiota ¿Qué mierdas haces? -Otra risotada. -Está bien, lo acepto. Yo tampoco me fiaría de mí mismo si fuera alguien inteligente. Pero todo el mundo evoluciona ¿No crees Law?

Sanji se sorprendió por la cercanía que parecían tener los dos hombres allí presentes. A pesar de no tener relación con él, reconocía a Kid de su primer encuentro en Sabaody. También sabía ciertas cosas acerca de su reputación desde entonces así que entendía que Law se mantuviera alerta. Sin embargo, no podía evitar sentir que el pelirrojo hablaba enserio. 

-Sanji. -Llamó de pronto el ojeroso. -No pienses que voy a olvidar que nos hemos quedado en medio de algo. -Susurró. -Tengo unos asuntos que resolver con este idiota pero, volveré pronto. -Elevó el tono para que Kid le escuchase. Vio el nerviosismo en la mirada del más pálido. -Lo prometo. -Agregó en su oído. 

El cocinero miró a Trafalgar durante unos segundos y finalmente asintió mientras dibujaba una sutil sonrisa en su rostro. No estaba seguro de lo que pasaba entre esos dos pero estaba claro que hubo una época en la que se llevaron bien, así que, a pesar de sentirse frustrado por haber sido interrumpidos por aquel sujeto, la sensación de que ambos eran cercanos le daba cierta calma. 

No quería ni pensar en la posibilidad de que Law volviese a estar en peligro.

-Oí Trafalgar, eres un maleducado ¿No piensas presentarme a tus amigos? -Dijo Kid una vez estuvieron a solas.

El pelirrojo no había desdibujado la sonrisa burlona de sus labios en ningún momento y aquello sólo molestaba más al capitán de los Heart. Conocía de sobra al contrario como para saber que le estaba ocultando algo. Sin embargo, antes de poder decir algo, el mayor se adelantó.

-Así que ese rubio es la razón por la que no quieres que me acerque a tus aliados. No me sorprende que Roronoa también esté interesado en él. Debo admitir que es más atractivo incluso de lo que pensaba.

Law dio un paso hacia delante encarándose a Kid mientras endurecía la mirada. -Te he hecho una pregunta. ¿Qué haces aquí? -No tardó en recapacitar sobre las palabras que acababa de escuchar y antes de seguir hablando soltó un suspiro pesado. -Has ignorado mi advertencia y has hablado con Roronoa-ya, ¿verdad? Te lo dije: Aléjate de-

-Ese mocoso me interesa de verdad, Trafalgar. -Interrumpió. 

-No eres un buen tipo Eustass-ya. -Respondió Law después de unos segundos en silencio intentando descifrar la mirada ámbar que le observaba con determinación.

-No recuerdo que tú fueras mucho mejor que yo. -Soltó el pelirrojo poniéndose serio de pronto. -Estos últimos meses no han sido nada fáciles ¿sabes? Hasta alguien como yo puede aprender la lección... -Se rascó la nuca avergonzado. -Además,  ¿Qué hay de ti? Después de tantos años, te conozco lo suficiente como para saber cuando te interesa alguien. Así que dime... ¿te alejarías de tu querido rubio sólo porque yo te lo advirtiera?

Trafalgar apretó sus dientes frustrado sin saber qué responder a aquel hombre con quien tanto había compartido años atrás. 

Maldición

Si lo pensaba detenidamente, Eustass tenía razón. Por mucho que aquello le molestase a sobremanera, no podía negarlo. Reflexionó durante unos segundos antes de tronar su lengua mientras volvía a mirar al pelirrojo con una nota de reproche en sus ojos.

-Te juro que si en algún momento nos traicionas te torturaré hasta que supliques que te mate, Eustass-ya. -Dijo finalmente cansado de aquella conversación mientras se alejaba con una sutil sonrisa en su rosto.