15. ZORO & KID - p. 5

45 6 1
                                    


Zoro tardó unos segundos en procesar lo que Eusstas le acababa de decir y cuando lo hizo por fin, la voz del capitán volvió a sonar.

-Killer, lárgate de aquí y sigue buscando información sobre el paradero del resto de la tripulación. Yo me encargo de esto.

El aludido comenzó a reír de nuevo sin obedecer al mayor. Al ver que su nakama no cumplía sus órdenes, Kid se acercó a él dando la espalda a Zoro.

-Es una orden idiota. Descuida, estaré bien. Tú solo asegúrate de que no vuelvan a capturarte para que podamos encontrarnos más tarde.

A pesar de que el rubio sólo podía reír sin parar, asintió a su capitán mientras comenzaba a correr para alejarse de allí.

-Oí espera, no pienso dejar que salgas huyendo. -Sentenció el peliverde mientras su mirada se ensombrecía de nuevo.

Sin embargo, antes de que pudiese lanzarse hacia el enemigo, Kid envolvió su brazo en haki y sujetó el antebrazo del mugiwara mientras bufaba molesto. -Eres tan terco como ese idiota de Luffy. Y por lo visto también compartes su estupidez. ¿Es que no me has escuchado? Ahora esto es entre tú y yo.

El espadachín volvió a mirar al contrario al mismo tiempo que Killer desaparecía finalmente de su campo de visión. Se enfrentó a los ojos ámbar con rabia por haberle impedido su cometido y se sorprendió al ver que aquel hombre que parecía no tomarse nunca nada en serio, ahora le devolvía la mirada con más intensidad que nunca. Estaba dispuesto a enfrentarse a él y por lo que había podido comprobar de su oponente, aquel no sería un combate rápido.

¡Maldición!

No tenía tiempo que perder. Necesitaba seguir practicando con Enma para estar listo cuando llegase el momento de atacar finalmente a Kaido. Aunque, si lo pensaba bien, si seguía cortando rocas y árboles no conseguiría estar listo a tiempo. Tal vez necesitaba un verdadero reto para probar el poder de su nueva espada.

-Esto será interesante. -Dijo Zoro al tiempo que una sonrisa se dibujaba finalmente en su cara.

-Sabía que no podrías rechazar una oportunidad como esta. Tranquilo, no te mataré. Entiendo tus razones para querer ir detrás de Killer pero, después de nuestra batalla, lo olvidarás.

-Tsk... ¿Matarme? ¿Es que se te ha hecho cenizas el cerebro con ese pelo flameado? Yo seré quien te perdone la vida. Después de todo, me vas a servir para practicar con Enma. -Dijo convirtiendo su sonrisa en una maliciosa.

-¿Enma? ¿Ah? ¿Has perdido el tarro desde la última vez que nos vimos? -El pelirrojo dirigió su vista hacia la espada del menor entendiendo a qué se refería. -Vaya, parece que ambos hemos recuperado algo desde nuestro último encuentro.

-Te queda bien ese brazo. Espero que Enma no acabe con el otro.

-¡BASTARDO! -Gritó Kid mientras se lanzaba hacia el peliverde.

El capitán lanzó un puñetazo envuelto en haki con una velocidad sorprendente sobre todo teniendo en cuenta su tamaño y Zoro lo esquivó saltando hacia atrás. Colocó a Enma en su boca y lanzó un ataqué mientras el polvo del suelo volvía a levantarse dificultando notablemente la visión. Cuando la niebla desapareció el peliverde abrió los ojos de par en par al ver los brazos de Kid envueltos en haki mientras un aura negra y roja salía de todo su ser y bloqueaba el paso del aura de Enma que golpeaba con ferocidad. Ambos hombres se separaron finalmente saltando unos metros hacia atrás. La energía de Zoro comenzó a ser drenada de su brazo mientras el mayor observaba la escena horrorizado.

-¿QUÉ COJONES LE PASA A TU MALDITA ESPADA? ¡¡TU BRAZO!!

Eusstas se acercó al espadachín con intención de tocar la zona afectada pero éste se apartó con rapidez. Miró al oji ámbar unos segundos mientras respiraba profundamente esperando a que su brazo volviera a la normalidad. Después de eso, esta vez fue él quien se acercó al contrario acorralando su cuerpo contra un árbol.

-Te he dicho que esto es sólo parte de mi entrenamiento. -Susurró Zoro cerca de los labios del mayor.

-Se me ocurren otras formas de ayudarte a entrenar, Roronoa. -Respondió Kid de la misma forma.

Pensé que sería al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora