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Era un nuevo día en París, ninguno de nuestros protagonistas sabía la gran sorpresa que les esperaba. El timbre de la mansión Agreste resonó, despertando a sus huéspedes, hoy era sábado, Adrien no tenía escuela, Gabriel después de todas las emociones vividas se encontraba descansando y Nathalie, por primera vez en su vida se quedó dormida.

La campana del timbre volvió a resonar, Nathalie se despertó, pensando que se trataba de Bruce, salió de la cama, se colocó una bata y salió del cuarto; bajo las escalares de forma tranquila, se adentro en el atelier y sin revisar abrió la reja de forma remota, luego fue hasta la entrada y abrió la puerta, dándose cuenta de que su molesto novio no era quien estaba de visita.

Una limusina blanca giro sobre la pista de la entrada y estaciono frente a la escaleras, rápidamente la puerta se abrió y del interior bajo una mujer, pelinaranja, vistiendo un vestido de lentejuelas color verde fluor.

─Disculpe, ¿quien es usted?─ pregunto Nathalie estando anonadada; la mujer siguió caminado hasta quedar parada frente a ella

─Eso debería decir yo─ se cruza de brazos ─Lo último que supe fue que Gabriel estaba viudo. . .parece que lo superó rápido

─¿Quien se supone que es usted?─ replicó mientras se cubría con sus brazos

─Me presento, soy Verónica De la Canal, intima amiga de Gabriel─ sonríe ─Tu debes ser la novia de turno, ¿cierto?─ la de negro frunció el seño

─Me mal interpreta señora De la Canal─ se corre ─Pase por favor─ la mujer se extraña pero decide hacerle caso ─Me presento, soy Nathalie Sancoeur, asistente ejecutiva del señor Agreste, pase al comedor, tomé asiento y el señor estará con usted en unos minutos─ señala una puerta

─Perfecto─ camina y desaparece por la puerta que la ejecutiva indicó

Rápidamente ella sube a la planta superior, se cambia y se dirije al cuarto de Gabriel, ahí toca tres veces y este aparece, tenía un semblante cansado y estaba sin camisa.

─Lamento molestarlo. . .tiene visitas

─¿Perdón?.

─La señora De la Canal lo espera en el comedor, permití su ingreso por error.

─¿¡Veronica!?─ se semblante cambia ─Dile que bajo enseguida, ten la mesa lista con lo mejor que podamos ofrecer─ cierra la puerta con fuerza

Nathalie parpadea asombrada, luego se gira y baja, primero va a la cocina y pone el desayuno en marcha, luego se dirije al comedor en donde de encuentra a la extravagante mujer.

─El señor Agreste estará aquí en un momento.

─Esperare lo que sea, vine de sorpresa─ sonríe

En ese momento Gabriel ingresa, los dos se miran, pareciera como si Nathalie no existiera, la mujer se levanta y camina hacia el, apenas se encuentran se funden en un gran abrazo.

─Querida Veronica, que alegría inmensa me da verte otra vez─ se separa

─Es un honor estar frente al rey de la moda─ hace reverencia ─Aun te mantienes bien─ guiña un ojo  

─Por favor─ camina y le señala el asiento ─¿Que te trae por aquí?

─Me aburrí de Italia. . .las noticias no paraban de hablar de lo que pasa aquí y pensé que era buen momento para venir a saludar.

─No sabía que vivías en Italia. . .lo último que supe de ti fue que estabas en Nueva York.

─Tambien me aburri─ ríe ─Cuando se tiene nuestro éxito el aburrimiento viene fácil

Miraculous: RecreaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora