Capítulo 19 - Cenizas

23 4 2
                                    


La Arcanine alzaba la cabeza con aire de superioridad, el aire a su alrededor empezaba a distorsionarse, y con gracia se quedó viendo como el grupo frente a ella entraba en posición de combate. Ella se limitó a negar con la cabeza y en lugar de responder con hostilidad, se sentó sobre sus patas traseras y observó con picardía en los ojos. En ese entonces, fue Noah quien dio un pasó adelante con cautela.

—No vinimos a luchar contra ti, Jenny, ¿podrías dejarnos pasar?

—¿Oh? Pero ahí están ustedes listos para abalanzarse sobre mí, ¿y no buscan pelea?

—No, tal vez nos pediste viniéramos, pero estamos aquí por una razón muy diferente. Lamento sonar arrogante, apártate por favor. Tenemos prisa.

—Estás siendo muy grosero...— Una oleada de calor golpeó al Lucario y a quienes estaban detrás de él, las rocas y postes cercanos empezaban a humear débilmente en el momento exacto que la atigrada los vio con seriedad.— Y te sugiero no ir demasiado lejos.

—Perdón, ya sabemos que no representamos ninguna amenaza para ti, pero ¿me permites acabar con mis asuntos aquí y luego podremos retomar nuestra conversación?—se inclinó el joven, agachando la cabeza con su petición.— Prometo no huir.

—Vienes a liberar a la forastera ¿no es así? Está bien, ve con ella, yo esperaré aquí a que regreses.—Arcanine se levante y se aparta del camino, yendo a un extremo de la calle donde vuelve a sentarse— Será mejor que te apresures entonces, por su bien.

—¿Cómo es qué...?

—Noah, vámonos—Le llamó Noir quien ya estaba avanzando con el grupo. Apenas notó esto, el joven empezó a moverse por igual.

—Déjame advertirte algo pequeño, piensa bien qué harás cuando nos veamos de nuevo. No hay salida de esta ciudad.

Tras escuchar esas palabras, el grupo formó un círculo para cerrar la distancia entre ellos y protegerse unos a otros, alertas de los movimientos de su enemiga ahí presente. Avanzaron unos cuantos pasos por la irregular calle, se detuvieron frente al edificio más alto de la zona, a simple vista parecían unos 20 pisos más o menos, cada uno desde el más bajo cubierto de ventanales tintados de azul cristalino. La entrada con las puertas abiertas y el vestíbulo a oscuras daba la sensación de vacío visto desde afuera. Con cautela, se acercaron hasta los muros en busca de cobertura e hicieron una mejor inspección del lugar.

El interior lucía inhabitado, luces apagadas y un vestíbulo con sala de espera a ambos lados de la habitación, un mostrador ovalado en el centro que servía como recepción, se veían algunas puertas cerradas en el interior así como ascensores. Lo que más llamaba atención en la sala era el logotipo impreso Eternidad en el suelo apenas visible con la luz que provenía de la calle.

—¿Bueno líder, cuál es el gran plan?—mofó el Umbreon con cierta seriedad.

—Que bueno que preguntas, tú vendrás conmigo. —un "tsk" fue la respuesta que recibió el joven ante su pronta declaración, pero lo ignoró y continuó—Noir y yo iremos al frente, ustedes tres deberían quedarse aquí abajo y hacer guardia.

—Oye, ¿nos trajiste solo para dejarnos atrás?—reclamó Suru, jalándolo desde el hombro— ¿No confías en nosotros?

—No es cuestión de confianza, esto es una instalación humana, habrá armas de fuego y ustedes no son precisamente a prueba de balas. No estamos para tener heridos en estos momentos.—señaló a la Arcanine que se veía tranquila al otro lado de la calle, está volteó a verles y sonrió.

—Tiene sentido... Igual yo iré, no hay porque tenerle miedo a los humanos a este punto tampoco.

—Haz lo que quieras. Diana, vigila que no haya ningún vehículo a la fuga y Laura tu...

Pokémon SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora