Cuando nadie nos ve

09.- EL PEDIDO

Ambos se dirigieron a la habitación de Juli en silencio. No era un silencio incomodo, era la forma de Marcos de estar presente mientras ella procesaba todo lo que le estaba pasando. Juli entró a la habitación y se desplomó en la cama.

- ¿Querés estar sola un rato y vuelvo después así cenamos?

- No tengo hambre.

- No importa, no comiste nada sólido en todo el día.

- ¿Te puedo pedir un favor?

- ¡Obvio!

- ¿Me das otro abrazo?

Marcos se acomodó en la cama y Juli se recostó en su pecho mientras ambos se abrazaban. Se quedaron así en silencio por quién sabe cuánto tiempo. Julieta sentía que su cuerpo encajaba perfectamente ahí, como si estuviera diseñado para ella.

Todas las fichas empezaban a encajar y tener sentido. Sintió como si una venda se le cayera de los ojos y ahora podía ver claramente todo lo que tanta gente le había querido mostrar. Se sintió estúpida, ingenua. Le daba mucha bronca y vergüenza saber el festín que se iban a hacer los medios con todo eso. Le brotaron lágrimas de impotencia que aterrizaron en la camisa de Marcos. Sin mediar palabra él la abrazó con más fuerzas mientras le acariciaba el pelo. Es ahí donde quería estar.

Sorprendentemente fue él quien rompió el silencio.

- Si necesitas descargarte, sabes que aquí estoy.

- Gracias...

- ¿Crees que haya alguna posibilidad que sea fake?

- No.

- ¿Vas a hablar con él?

- La verdad, no tengo ganas. Ya vi lo que tenía que ver. Ahora se puede ir a la mierda.

- ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?

- Traeme una botella de champagne.

Marcos sonrió, Ju siempre iba a ser Ju, incluso con pena.