24.- CHARLA AL DESNUDO

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- Entiendo que estes enojado, dijo Ju mientras realizaba pequeños circulos con el dedo en el pecho desnudo de Marcos.

Marcos le acariciaba el pelo con una mano pero no contestó, estaba pensativo.

- Capaz que la cagué aceptando ayudar a Lucca, pero no me arrepiento. Capaz que no lo merecía pero no soy mala persona, no quería dejarlo en banda. Tampoco soy boluda, no es que me dejé manipular y actúo solo desde la culpa. Yo quiero que el esté bien de verdad para poder cerrar el capitulo de una vez por todas.

Juli se semi incorporó para poder mirar a Marcos a la cara mientras argumentaba su punto de vista.

- Lo que yo quiero que sepas, agregó con solemnidad, es que sos vos con quien yo quiero estar. Te entiendo si no me querés ver mas, o si querés que nos veamos después que corte toda relación con él, pero quería que escuches de mi boca que con vos quiero estar.

La paciencia se le acababa, sabía que cuando Marcos entraba en modo caprichosito era mas terco que una cabra y le frustraba lo indescifrable que se ponía.

- ¿Podés decirme algo de una vez?, espetó impaciente.

- No quiero hablar o decir cosas que te puedan hacer sentir mal porque no es mi intención, por eso prefiero no decir nada hasta que tenga las palabras justas. Obvio que te entiendo y yo sé que lo haces desde el corazón y eso es lo que importa.

Marcos también se sentó y prosiguió.

Quisiera decirte que ojalá no hubiera pasado nada entre nosotros para poder empezar bien cuando todo se calme, pero te mentiría. No me arrepiento de nada. El problema es que no quiero esto para mi presente. No quiero andar perseguido por que nos puedan ver, o que él se entere y se pudra todo, digamos. Aparte vos sabes como la gente nos quiere y nos sigue y siempre está atenta y creo que así te puede salir todo al revés de lo que estas buscando también.

Juli agachó la mirada, sabía que no podía tenerlo todo, pero tenía la certeza que no podía permitirse perderlo. Marcos le acarició la barbilla para levantarle la mirada.

- No quiero que pensés que ya no te voy a querer o que te voy a dejar de hablar, pero si me parece lo mejor que volvamos un casillero atrás y que mejor seamos amigos por un tiempo. Si nos cruzamos en el camino del otro es por algo digamos y yo se que va a volver a pasar.

Las palabras de Marcos eran dulces pero firmes. El ambiente estaba lleno de nostalgia con un dejo de tristeza. Una lágrima empezó a avanzar por la mejilla de Ju.

- No estoy contenta, ¿sabes? Pero me alegra saber que no me odias ni me vas a dejar de hablar.

- No seas tonta ¿querés?, ya te dije que nunca te voy a odiar.

Contradictoriamente a lo que acababan de decidir casi tácitamente, ambos se acercaron pues no querían hacer otra cosa que besarse.

- No me quiero ir sin hacerlo de nuevo, agregó Ju.

- No te vayas, entonces le contestó Marcos antes de darle un mordisco en el labio.

Ju estaba decidida a que, si iban a dejar de verse un tiempo, al menos, tenía que ser inolvidable. 

Cuando nadie nos veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora