Internado solo para chicas ||Min Yoongi||

Capítulo 33

Min Yoongi

Aunque quise tomar el valor para confesarle la verdad, no pude hacerlo, así que decidí inventar algo.

—La verdad es que Yonmi y yo nos conocemos—porque somos la misma persona, pensé.

—¿Por qué se conocen los dos?—la noté algo celosa.

—Es la novia de mi mejor amigo Namjoon, ambos vivimos juntos y compartimos el auto—expliqué—antes estaba con ellos.

—Yonmi, nunca me dijo nada—admitió.

—Es que ambos queríamos darte la noticia juntos—lo cuál es imposible, por obvias razones.

—Ay Yoongi, igual debiste decirme—dijo decepcionada—pero no importa, confío en tí y lamento haber reaccionado de esa manera es solo que pensé...

Ella empezó a sollozar, así que la abracé.

—Yo jamás sería capaz de engañarte, tú eres la única para mí—dije y le dí un beso en la frente.

—Solo te pido, que ya no me ocultes cosas, no me quiero volver a sentir así—dijo y yo la miré a los ojos.

—No volverá a pasar, preciosa—no le prometí nada, porque hasta que la misión este terminada, no puedo decirle la verdad.

Nos subimos al auto y le pregunté:

—¿A dónde quieres ir preciosa?

—Vamos a mi casa—me sorprendí, no estoy listo para presentarme ante mi jefe, como el novio de su hija.

Se que él no tiene problema que salga con ella, pero igual la idea me puso nervioso.

—No te preocupes, mis padres están resolviendo unos asuntos fuera de la ciudad—dijo y me sonrió.

—Esta bien, vamos—dije y ella me indicó dónde es, aunque ya lo sabía.

Maneje por unos treinta minutos hasta que llegamos, nos abrieron el portón principal y me estacione.

Es la primera vez que voy a entrar por la puerta principal, la anterior vez nos llevaron por otra puerta, para llegar más rápido a la oficina del señor Yang.

—Ven mi amor—dijo y me llevó de la mano.

Entramos y me dí cuenta que la casa es más grande de lo que imaginé, caminamos por el hall hasta llegar a la sala y me sorprendí al ver una gran piscina afuera.

—¿Quieres ir a ver a la piscina?—preguntó.

Me llevó por un largo paseo hasta otra puerta, ahora sin duda alguna puedo decir que está casa es un laberinto.

—No me sueltes o podría perderme—dije y ella río.

—Sé que es un poco confuso, pero no te preocupes yo estoy a tú lado, amor—dijo y me dió un beso en la mejilla.

Al llegar a la piscina, ví que es al aire libre y todo estaba adornado cómo si fuera alguna clase de club.

Nos sentamos en el borde de la piscina y metimos nuestros pies en el agua. Después ella tomó mi mano y soltó un suspiro.

—Aunque no le creas, me gusta estar más en el internado—yo la miré—mis padres no pueden pasar conmigo todos los fines de semana y estoy sola la mayor parte del tiempo.

—Pero estoy seguro que ellos te aman—dije y ella asintió.

—Eso no lo dudo, es solo que quisiera que estén más conmigo, pero no pueden—ella me miró—¿te puedo confesar algo?

—Sí preciosa, puedes contarme lo que sea—dijo y ella me tomó de las manos.

—No quiero que te preocupes, pero estoy en peligro, mis padres denunciaron los actos de corrupción de una empresa y ahora quieren venganzarse de nosotros—dijo y yo quedé en shock.

Entonces ella sí lo sabe, no puedo imaginar como se siente.

—Todos piensan que no lo sé, pero yo me dí cuenta cuando intentaron secuestrarme, no podía ser una coincidencia—dijo y me dí cuenta que ahora todo tiene sentido.

—Voy a protegerte, no te preocupes—dije y ella sonrió.

—Aunque suena lindo, me imagino que mis padres deben tener todo un equipo de profesionales a cargo de mi seguridad—no te equivocas, pensé—es más, no me sorprendería, que hasta hayan puesto alguien dentro del internado.

Ella miró hacia el agua algo triste y yo pase mi mano por su espalda.

—Solo quiero vivir una vida normal, sin estar pensando que algo podría pasarme—dijo y yo la abracé—me alegra tenerte a mi lado Yoongi, siento que eres lo más real que tengo en mi vida.

Lamento que no sea así, en verdad lo siento mucho amor, pero debo protegerte, porque no soportaría perderte.

—Te quiero mucho, preciosa—dije y la tomé del mentón para que vuelva a mirarme.

—Yo también, mi amor—ella me miró, paso sus manos por mi rostro y se acercó a mí para unir sus labios con los míos.

Por un momento no me importo nada, solo quería disfrutar del dulce sabor de sus labios y sus suaves caricias.

No obstante, me preocupa el hecho de que en algún momento nuestra relacion va a terminar, cuando se entere que en realidad me contrataron para protegerla.