Capitulo 3

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Cuando su abuela estaba en casa solía decir que para el perfecto crecimiento de una flor, el abono era uno de los elementos fundamentales para trabajar en ello, pues junto al sol, el agua, la dedicación y el amor, ésta aportaba un apoyo importante que impulsaba una buena germinación de la planta. La coqueta y extrovertida anciana decía aquello con tanta seguridad que, a raíz de ello, la costumbre de comprar sacos de abono a montones y dejarlos amontonados cerca del cobertizo, se volvió algo cotidiano para sus padres, quiénes se encargaban de costear todo lo necesario para mantener el jardín del patio trasero de su casa con la vida primaveral que únicamente esa mujer de avanzada edad podía lograr.

Gracias a ello el recordatorio de abonar a todaslas flores, mientras ella no se encontraba en casa, se quedó guardado en su corazón y recuerdos. Y como nadie más podía encargarse de aquella valiosa labor, la responsabilidad de seguir los consejos de su abuela logró estar presente en su mente durante esos días en los que ella aún no regresaba a casa.

Las semanas estaba pasando con una velocidad sorprendente, así como la estación en poco tiempo cambiaría a ser otra totalmente diferente a la actual, con ella el tiempo que el de cabellos cobrizos llevaba cuidando del jardín se estaba volviendo más largo de lo que imagino, los meses ya habían dado su señal de partida y temía que mientras más horas y segundos pasaran, estos se volverían muchos más, hasta acumularse y terminar siendo una infinidad.

¿Cuánto más debería estar la abuela en un cuarto de hospital?

Jay se lo preguntaba constantemente, ansioso y esperanzado a que la anciana lo hiciera al siguiente día, luego de cuestionarse eso mismo cada noche desde que ella tuvo que irse de casa gracias a su poca resistencia ante una enfermedad.

Pero a pesar de que todavía no tenía una respuesta, seguía esperanzado a que obtendría eso en cualquier momento. Mientras tanto él se encargaría de alejar al ladrón que solía visitar su jardín sólo para robar las flores que más le gustaban.

— Hoy ví su presentación de piano en la escuela, hyung, y tengo que admitir que... — esa era otra tarde en la que su vecino aparecía por la entrada del patio, sonriente y con las claras intenciones de obtener algo de este —. ¡Fue increíble! ¡la forma en que tocó frente a todos en el auditorio, fue genial! —exclamó entusiasmado, acercándose a pasos veloces hasta donde él estaba abonando en silencio algunas de las florecillas—. Literalmente nos dejó boquiabiertos, más cuando sus amigos

empezaron a cantar. Sunghoon hyung y Ni-Ki tienen unas preciosas voces y quedan muy bien con la canción… ¿acaso usted la escribió, hyung?

— ¿Dudas de que no puedo hacerlo? —con las mejillas rosadas y la concentración puesta en atender a las plantitas de su abuelita, Jay responde con otra pregunta directa, ocultando toda la emoción que siente recorrer su cuerpo al recibir los halagos de Sunoo, quien ese día asistió a su presentación de piano en el instituto.

— ¡Claro que no! —negó el otro, con fuerza y seguridad en sus palabras, la voz suave y dulce llegando a colarse en su interior, dando más felicidad a su corazón —. Estoy seguro de que hyung escribió esa canción, es demasiado linda, ¡por un momento casi me echo a llorar, lo juro!

— Si te hubieras puesto a llorar, seguramente te habrían echado.

— Quizá, pero no lo hice.Con una risa Sunoo sonrió animado y el mayor negó suavemente, siguiendo con su trabajo mientras que el primero optaba por buscar lo necesario en el cobertizo para poder cortar uno de los claveles que crecían cerca de los altos y alegres girasoles.

Pensando en lo dicho por su vecino, Jay recordó lo que había pasado en las primeras horas de ese día. Como era un amante de la música y la composición de esta misma, se había inscrito a un concurso musical que su instituto había organizado para esa semana, y como tenía de la idea de destacar y ganar a toda costa, tomó la decisión de escribir por cuenta propia una canción que fuera lo suficientemente buena, como para tocar los corazones de quienes asistieron al evento. Para ello la idea de buscar a alguien que interpretara la letra llegó a su mente, y como resultado la colaboración de su mejor amigo y de su hermano menor fue lo mejor que pudo obtener, pues al fin de al cabo esos dos poseían voces impecables que se adaptan a su creación.

Ladrón de Flores (Jaynoo) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora