2.13

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Parte de la mañana fue tranquila

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Parte de la mañana fue tranquila. Fuimos a desayunar y luego nos sentamos a analizar lo que había sucedido.

-Mjm, esto es una locura -dijo Román mientras sacaba un chocolate de la máquina expendedora.

-¿De qué rayos hablas ahora? -preguntó Tej, frunciendo el ceño.

-Es que estoy mirando estas imágenes y me parece que son como nuestros gemelos malvados. Mira, este tipo negro aquí es guapo, obviamente soy yo. Y tenemos un Hobbs en versión blanca, este es Han, y mira, Tej, con gorra, casi como tu mini copia. -Señaló con una sonrisa hacia Letty-. La pelinegra es Valeria, igual de ruda y guapa. -Se rió, negando con la cabeza-. Oye, Brian, ¿y esta sesión de fotos cuándo fue?

Brian le sacó el dedo medio a Román, provocando risas entre el grupo.

-Todos sabemos que eres la rubia bonita -solté una pequeña risa.

-Lo ves, Val sabe que tengo razón. ¿No es así, Val?

-Román tiene razón -respondí, mientras él me miraba con una sonrisa triunfante-. Eres la rubia más bonita de aquí.

Un coche llegó y todos nos giramos a verlo. Hobbs bajó, con una expresión seria.

-Todos, escúchenme. Hay dos cosas importantes. Primero, esta es la peor ciudad para combatir el crimen; hay cámaras de circuito cerrado en cada esquina. Segundo, tengo el video del ataque. Analicémoslo y veamos qué podemos averiguar.

Hobbs le entregó un disco a Tej.

-¿Qué es lo que sabemos? -preguntó Dom, ansioso.

-Sabemos que tienen motores especiales. Escuchaste cómo cambiaban de velocidades.

-Transmisión secuencial -confirmó Dom, asintiendo.

-La verdad, no parece un motor cualquiera -agregó Brian.

-Era un turbo diésel -dijo, pensativo.

Era evidente que hablaban de los autos extraños que traía Owen.

-¿Vieron cómo soportó los golpes? ¿Y aún se mantuvo en las cuatro llantas?

-Sí, hidráulica -dijo Tej, con los ojos entrecerrados.

-O suspensión magnética -dijimos Brian y yo al mismo tiempo, sorprendidos por el hallazgo.

-Pero, ¿quiénes tienen acceso a esos componentes? Y más aún, ¿quién puede fabricar algo así?

-Pocos talleres mecánicos en Londres -respondió Brian, pensando en voz alta.

-No un taller cualquiera. Tenemos que profundizar. Han, Gisele, Valeria, Román, es su turno. Si encontramos a quien hizo esos autos, encontramos a Letty.

-Los acompaño -dijo la oficial, pero no me sentía cómoda con su compañía.

-Oh, no hay suficiente espacio en el auto, así que mejor me quedo -dije rápidamente. Román, Han y Gisele me miraron con confusión.

Rapidos y furiosos: Una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora