Entré en la guarida que Tej había mencionado, un lugar aislado y bien escondido. Román me esperaba en la entrada, su rostro reflejaba la misma preocupación que había sentido durante días. Caminamos juntos hacia el interior en silencio, aunque no tardó mucho en romperlo.
—¿Cuánto tiempo llevas sin saber de Valeria y los niños? —preguntó Román, directo.
—Dos días. —Respondí mientras avanzábamos—. Me dijo que los llevaría con Mía para revisar cómo iba la construcción de la casa.
Román frunció el ceño, deteniéndose un segundo.
—No puede ser, te mintió. —Su tono era firme, pero no incriminatorio.
—Lo sé. —murmuré, aceptando una verdad que llevaba rondando en mi cabeza.
Al doblar el pasillo, nos encontramos con Tej, Ramsey y Mía. Al parecer, ya habían sido avisados de nuestra llegada.
—Oigan, tenemos visita. —Tej bajaba las escaleras, haciéndonos un gesto—. Creo que los conocen.
Ambos seguimos sus pasos, y en la base Letty nos recibió con un abrazo cálido, que no ocultaba su preocupación.
—Debiste haberme dicho desde el principio. —Su mirada se encontró con la mía, pero sus palabras estaban dirigidas a Dom—. Jacob y Valeria son mis hermanos también. Yo debía estar aquí desde el principio.
Dom la miró con seriedad, como si procesara el peso de sus palabras.
—Si se involucran, no habrá marcha atrás, Letty.
—Ya estamos todos arriesgando algo, Dom. —Su voz no tembló ni un segundo.
Dom, al verme, pareció darse cuenta de mi presencia finalmente. Su sorpresa fue palpable, pero también una leve sonrisa apareció en su rostro mientras caminaba hacia mí.
—El mundo ha cambiado mucho. —dijo, abrazándome con fuerza.
—Y no tienes que enfrentarlo solo. —respondí, devolviendo el gesto.
Después de intercambiar miradas, nos unimos a los demás en el centro de operaciones. La pantalla principal se iluminó con el símbolo de una esfera que giraba lentamente.
—Este es el proyecto Aries. —anunció Ramsey mientras todos tomábamos nuestros puestos. La imagen giratoria capturaba nuestra atención.
—¿Qué es exactamente? —pregunté, cruzándome de brazos.
—La “cosa” que conseguimos del avión. —dijo Tej, tecleando rápidamente—. Aries fue diseñado para controlar y asimilar cualquier código. Cualquier computadora en el mundo es vulnerable a esto. Si lo suben a un satélite, se propaga como un virus... y en poco tiempo, quien lo controle puede manejar sistemas de defensa global, bombas nucleares, lo que sea.
—Jacob y Valeria no solo podrían reiniciar el orden mundial, podrían controlar todo. —añadió Ramsey, su tono solemne.
—Aries es el dios de la guerra. —dijo Tej—. Si Jacob y Valeria obtienen esto, serán los dioses de absolutamente todo.
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Rapidos y furiosos: Una historia de amor
Fiksi PenggemarSi el peligro corre por tus venas, no importa cuánto te escondas: eventualmente te alcanzará. Lo aprendí cuando me enamoré de un policía, el tipo de hombre que juró proteger y hacer cumplir la ley. Pero el amor tiene una forma curiosa de retorcer lo...