Capítulo 21

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MINHO

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀—NO ENTIENDO PORQUE NO responde mis mensajes, ¿hice algo malo? —Jisung preguntó mirando su teléfono con el ceño fruncido.

Habíamos salido del trabajo y me ofrecí a llevarlo a su casa. Estaba tan de buen humor después de haber charlado con Aeryn, que ni siquiera me molestaba el sonido de la voz de Jisung, ni el hecho de que no había cerrado el pico en más de quince minutos y solo se había estado quejando y lloriqueando por como una chica había dejado de responder sus mensajes de repente.

—Tal vez tiene cosas que hacer, Han —respondí esperando a la luz verde con paciencia—. No pienses mucho en eso, quizás en unos días te contacte de nuevo.

Jisung no respondió y pude oír un extraño sonido proveniente de su lado, así que lo miré y noté como estaba tratando de no reír.

—¿Qué tienes? —pregunté bastante confundido.

—Es extraño.

—¿De qué hablas?

—De ti. Es extraño verte así, tan calmado, llevándome a casa y sin gritarme que me calle la boca antes de que me la partas —dijo él al fin soltando una carcajada. Paró después de unos segundos en el que yo simplemente lo miré hasta que la luz del semáforo al fin cambió a verde—. Aeryn si que te hace actuar como un idiota. Ah, el amor.

—Silencio —fue lo único que dije, porque no podía discutirle eso. Yo estaba consciente de como estaba actuando de una manera distinta a la que usualmente era, y a pesar de que me resultaba extraño, no podía evitarlo.

—Claro, claro... —carcajeo y finalmente guardó silencio por lo que quedaba del viaje, que no fueron mas de diez minutos— Muchas gracias por traerme, Minho, ¿seguro que no quieres entrar un rato? A mi madre y le dará gusto verte.

—Tal vez luego, ahora iré a ver mi madre y a mis gatos —dije negando—. Gracias por la invitación, saluda a tu madre por mí, ¿quieres?

—De acuerdo, suerte, te veo luego —Jisung entró a casa y yo avancé hasta estacionar junto al auto de mi madre.

Las luces estaban encendidas, por lo que supuse que seguía despierta. Bajé del auto sintiéndose nervioso y me acerqué a la puerta para tocar al timbre, pocos segundos después la puerta se abrió y pude ver a mi madre, sorpendida de verme ahí.

—¡Minho, hijo! —no tardó en abrazarme— No sabía que vendrías, ¿por qué no me avisaste? Dios, pasa, pasa —se hizo a un lado y me dejó entrar.

—Lo siento, traje a Jisung a casa y creí que sería bueno venir —comenté en voz baja con algo de pena.

—Me alegra que estés aquí aunque nos hayamos visto hace unos días —me sonrió.

Una vez dentro, fue que me di cuenta de que estaba despeinada y con algunas manchas de polvo y basura.

—¿Qué estás haciendo? —pregunté curioso.

—Oh, estaba tratando de limpiar la habitación vacía de huéspedes —dijo ella—. Digamos que a tus gatos no les gusta dormir en la sala o en mi habitación.

—¿Qué hay de la mía? —ella simplemente negó.

—Tampoco, así que creí que sería buena idea darles su propio espacio —se encogió de hombros.

Me quedé sorpendido, ya que recordaba que al inicio —y por mucho tiempo— ella estaba en desacuerdo con la idea de que Soonie, Dori y Doongie estuvieran en casa, incluso solía abrir las ventanas de vez en cuando ya que ella decía que olía a sus desechos o simplemente ellos olían mal. Pero ella realmente estaba cambiando, y era algo simplemente increíble.

besos de sol ━━ lee minhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora