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¿Ya era Sábado? Me levanté sin muchos ánimos, mi rostro parecía haber disminuido su inflamación. Agradecí que ayer solo fui a rendir el examen y pude volver a casa lo más rápido, no quería toparme con nadie, parecía un monstruo deforme.

— Al menos... hoy amaneció más normal.

Murmuré mientras miraba el espejo fijamente, a veces realmente cuestionaba mi mala fortuna, parecía un imán de las cosas que traen vergüenza y desgracias a mi vida.
Solté un suspiro pesado cuando terminé de quitar mi ropa para comenzar a bañarme, quizás solo necesitaba relajarme en la ducha antes de ir al mundo exterior.

— ¡Abre la maldita puerta Kazumi!

Parpadeé muchas veces consecutivas al escuchar los gritos en la puerta, dios, no otra vez me dije a mi misma. Si me mantenía en completo silencio se iría y así pasó.
Terminé de maquillar un poco el moretón que mi pómulo y ojo tenían, aún seguía maldiciendo a los del equipo de fútbol. Trate de arreglar mi cabello para que tapara un poco esa zona, así no atraer la atención de la gente, necesitaba conseguir un trabajo pronto o los suministros básicos comenzarían a verse afectados.

— ¡Por aquí Kazumi! — la hermosa Akane alzaba su mano animada.

Sonreí ampliamente al ver a las chicas, a medidas que me acercaba pude notar la presencia de Eita. Hice una reverencia en modo de saludo y perdón por el retraso.

— ¿Es costumbre llegar tarde Kuzumi-Chi?

— Al único lado que llega temprano es a la escuela, y es porque si llega tarde una vez más la suspenden.— añadió Momo con tono de queja.

— Oye, ustedes no saben lo que es ser yo y tener que esconderme para que la gente no vea mi rostro.— malhumorada comenté frunciendo el ceño.

— Bien, lo bueno que la competencia de videojuegos aún no comienza.

Solo alcé las cejas, Eita jamás podría ser del tipo de chico que me atrajera porque es demasiado ¿raro? Primero, en los videojuegos se hace pasar por chica, tiene una cuenta en su perfil de facebook con nombre de un personaje inexistente y además usa las fotos un videojuego; definitivamente el hombre era algo raro.

— Oye, me esperan cerca de donde serán los juegos, iré a ver si hay vacantes para trabajar.— avisé mientras Momo me brindaba la buena suerte.

Dentro del local todo era relacionado a videojuegos, una chica del staff se me acercó asustándome, ya que, estaba demasiado asombrada viendo todo a mi alrededor; luces, sonido, computadoras, consolas de play station, juegos de arcade, posters gigantes de personajes de videojuegos, etc.

— Venga por aquí, usted debe ser de los participantes de los juegos F.O.S

— Oh, no, no... yo.— la chica iba jalando de mi mano llevándome a un salón donde habían un montón de jóvenes.

— ¡Aquí está la última participante! — anunció la mujer sin escuchar lo que yo iba diciendo.

— Bien, dijo el organizador.

— Entendido, vamos niña, muévete irás en el grupo del "Big Boss".— habló empujándome hacia unas personas que se dieron vuelta a verme.

— Hola, oigan... creo que hay un error... yo.— fui totalmente interrumpida cuando una chica con grandes orejas de conejo me puso el dedo en la boca.

Esa espalda, esos cabellos, esa delgadez y esos... ojos. ¡Imposible! entré en absoluto pánico cuando lo vi voltearse, pese a que ni siquiera prestó atención a que yo estaba ahí.
¿Por qué me quedo callada? Quiero hablar, estoy segura que mi boca se abrió para decir algo, pero, no soy escuchada.
La ronca voz de ese chico se hizo presente, agarré mis propias manos ante el nerviosismo.

— La estrategia seguirá siendo la misma, paladines cazaran para distraer al rival. El arquero se ocultará entre los árboles y yo estaré entre los arbustos, tengo alguna posiciones...

— Dis-Dis... ¡Disculpa!— terminé gritando.

Ahora su mirada se posó en mi, no logro descifrar porque me intimida con su presencia, mi corazón palpitaba a gran velocidad; estaba a punto de un colapso nervioso ¿y solo porque me miró o es porque todos me están mirando con ganas de matarme?

Un amor diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora