III

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Desde aquel día no volví a ver a ese chico ojos azules, estamos en periodos de exámenes motivo por el cual con Eita solo hemos hablado por mensajes una vez al día.

— Creo que deberíamos ir... además al ser inauguración siempre hay comida gratis y ponen anuncios de vacantes para trabajo.

Momo hablaba junto a nuestra otra compañera Akane sobre el nuevo local de videojuegos que abrirá este Sábado a dos cuadras de la preparatoria, pensaba que no quería ir porque no me gustan ese tipo de cosas, considero muy aburrido y algo sociopatas a quienes dedican más de dos horas de su vida a los videojuegos.
Pero, era cierto, cada vez que un local abría buscaban personal para trabajar y mi economía comienza a tocar cifras rojas.

— Odio ser pobre... lo odio — suspiré agobiada apoyando mi mejilla en la palma de mi mano mientras veía a los chicos jugar fútbol en el tiempo libre del almuerzo antes de entrar a la siguiente clase.

— No es ser pobre Kazumi, solo es ser del sector  proletario de clase media baja asalariada que necesita de un trabajo para poder alimentarse — expuso Momo con los ojos cerrados asintiendo.

— Eh, no, solo es ser pobre dependiente de un salario.— refutó Akane cruzándose de brazos.

Nos estábamos levantando para encaminarnos a nuestro salón, tomé el bolso y guarde mi celular. Akane siempre se burla por lo antiguo de mi móvil, pero, mi situación económica es deplorable y mis gustos caros en comida no se solventan solos; algo debe sacrificarse y en este caso es no tener celular del año, más bien quedarme con el que me he comprado hace 4 años atrás.

— Entonces, pasado mañana vamos a la inauguración, las veré al medio día... ya debo volver a mi clase y mañana tengo práctica de tenis así que no las veré hasta el Sábado.— se despidió Akane de nosotras mientras tomaba otro rumbo.

Todo iba perfecto, tomada del brazo de Momo y hablando sobre como salvaremos al mundo de la gente que le gusta el anime y tiene fantasías cuestionables moralmente con ellos, hasta que comencé a escuchar voces alrededor; por algún motivo ahora miraba a Momo desde abajo.

— ¿Se habrá quedado más tonta?

Un amor diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora