— Yo sé que eres un imán de las cosas malas, pero ¿participar en un evento de juegos cuando ni siquiera te gustan? — reclamó Akane.
Sus cabellos color miel, su delicada ropa y los maravillosos ojos verdes se hicieron presente; claramente capturando la atención de todos, incluso de Yamada que en un abrir y cerrar de ojos me soltó y quito su mirada de mi, centrándose en la melodiosa voz que se nos acercaba junto al resto de amigos.
— Siempre dices que odias estas cosas.
— No deberían ser tan duras con Kazumi-Chi.
Al final Eita se puso a mi lado y dio suaves caricias a mi cabello, lo agradecí muchísimo porque me sentía abatida por todo y creía que en algún momento me iba a desmayar de tantas emociones y sobre todo vergüenzas pasé. Me quedé mirando a Yamada quien se miraba con Akane, no pude evitar morderme el labio inferior, ella siempre ha sido preciosa y reluciente con una personalidad encantadora, si me miraba a mi misma yo era la de la mala suerte y la que nunca podía destacar en algo.
— ¡No creí que el debut de todos los miembros del club de los depresivos sería hoy en esta inauguración! — exclamó Eita.
— Oh por dios, estamos todos.— añadió Momo aferrándose de mi brazo sacándome de mi transe mental en el que me había metido.
— ¿Yamada también está en el club? — la dulce voz de Akane se escuchaba algo temblorosa.
— No fue fácil convencerlo.— respondió el joven de cabellos cafés.
Yamada solo observó a cada uno que los acompañaban, primero fijo su mirada en Eita quien era su amigo más cercano, luego miró a Kazumi, seguido de Momo y por último Akane.
— Akito Yamada, un gusto en conocerte.
Dijo con su voz sin emoción haciendo una pequeña reverencia ante Momo, quien en sus ojos se podían ver estrellas y corazones.
— Llámame Momo.— dijo esta con una gran sonrisa.
— ¿Cómo es que Kazumi terminó jugando contigo Yamada? — cuestionó la ojiverde.
Akito se limitó a encogerse de hombros, ni siquiera él tenía una respuesta clara a eso.
— Yo... este, vine para hablar con alguien por las vacantes de trabajo y... — mis ideas estaban desordenadas y era porque según mi sexto sentido algo pasaba entre Yamada y Akane.
— digo, entre y una mujer me confundió con un participante... nunca nadie me escucha y terminé envuelta en esta situación...
— Eso explica mucho.— murmuró Momo.
Eita se abrazó a mi cuello y con un destello de felicidad me comenzó a felicitar por mi primera participación en el juego F.O.S, motivo que lo llevó a invitarme cordialmente a jugar con ellos.
— A Kazumi no le gustan los videojuegos.— indicó Momo rodando los ojos.
— ¡Vamos! Solo faltas tú, Akane y Yamada ya están en mi gremio.— incentivo Eita.
— Yo... no lo sé, no entiendo el juego la verdad, yo ni siquiera sabía que hacía parada ahí.
Pese a que me estaba excusando, una parte de mi decía la verdad y es que no entiendo de videojuegos. Pero, sí quería entrar, algo me hacía sentir incómoda entre la confianza que mi amiga tenía con el joven guapo de ojos azules.
— Serías un buen cazador.— habló Yamada mirándome directamente a los ojos.
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Un amor diferente
FanfictionKazumi es el tipo de adolescente que pareciera que el mundo compiló para brindarle una dosis de mala suerte, ella junto al club de los depresivos conviven el día a día hasta que el nuevo integrante se une a ellos, el famoso jugador Yamada. ©️; los p...