CAPÍTULO 6

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Estás tan presente en mi mente, en mis sueños, pensamientos, decisiones, estás tan ligado a mi ser como una marca de tinta encima del papel.

El bar de mi mejor amigo abría sus puertas por primera vez, el sonido de la música inundaba mis oídos mientras mis ojos paseaban por todo el lugar.

No había tenido noticias de ese lindo chico que había visto unas cuantas semanas atrás y no porque no lo haya buscado sencillamente el destino aún no nos ponía en la vida del otro.

-¡SUN!- Escuché a mi mejor amigo gritar en mi dirección y acto seguido recibí un fuerte abrazo por su parte – Feliz cumpleaños número 16 – Susurró en mi oído provocando que una mueca apareciera en mi rostro - ¿Qué sucede? – Preguntó al momento en el que sus ojos examinaron mis facciones.

-¿Sabes lo qué significa para mi padre tener 16?

El pareció analizar por un momento mis palabras, llevó su mano a su mentón y mordió levemente su labio inferior.

-¿Qué es hora de que te vuelvas un “Hombre”?

-Quiere que me presente mañana con él donde Suamy - Vi la expresión de su rostro contraerse en asco, respiré profundamente.

-Pero ya les has dicho que no te gustan las mujeres.

Sonreí sin gracia mientras pasaba mi mano derecha sobre mi cabello – Según él después de una noche en ese maldito burdel se me quita lo “Desviado”

-Creo que odio a tu padre Sun.

Joder, no podía decir que lo odiaba, claro que no, más allá de su pensamiento retrógrada de hombre machista había sido un padre ejemplar, siempre sirviendo y protegiendo a su familia, lastimosamente yo era todo lo que él no quería en un hijo.

-Lo que…

Mis palabras quedaron en el aire cuando mi mirada captó el ser mas hermoso, precioso, angelical y sensual que pude haber visto en mi vida.

-… Es él – Dije en un susurro.

-¿Quién?...

Mi mejor amigo se puso a mi lado, mientras sus ojos buscaban fervientemente al percusor de mis deseos los míos no se apartaban de sus orbes azules.

-… ¡JIMIN!...

El grito que había dado el tonto a mi lado había provocado que parpadeara un par de segundos, enfoqué nuevamente mi mirada viendo como el precioso ángel recibía entre sus brazos el cuerpo de mi amigo, fruncí mi ceño, por alguna extraña razón la cercanía de ambos me molestaba.

Don't Leavy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora