CAPÍTULO 24

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Mi vida había cambiado por completo después de salir de rehabilitación, empecé a trabajar a tiempo parcial en un Konbini mientras me preparaba para nuestra graduación

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Mi vida había cambiado por completo después de salir de rehabilitación, empecé a trabajar a tiempo parcial en un Konbini mientras me preparaba para nuestra graduación.

-¿Pasaste? – Preguntó mi mejor amigo apenas ingresó en la habitación.

-Aún no han salido los resultados – Contesté - ¿Y sí no paso?

-Ja! Como no vas a pasar culón si tienes mejores calificaciones que yo y yo ya fui aceptado.

-Pero yo dejé la escuela 6 meses.

-Pero seguiste haciendo los deberes.

-Igual no cre…. ¡PASÉ!

Grité completamente emocionado, me pare del mueble y me abalance sobre Tae, ambos nos abrazamos, reímos y lloramos, por fin habíamos completado uno de los logros que nos habíamos propuesto cuando fuimos expulsados de nuestras "familias".

Se llegó el día de la graduación, los padres orgullosos abrazaban, besaban y felicitaban a sus hijos y luego estábamos Tae y yo, ambos con un nudo en la garganta pero con nuestra cabeza en alto.

-Esto no es nada.. Hemos superado cosas peores – Dijo mi mejor amigo de cabello castaño tratando de aminorar el ambiente.

-Ni que lo digas – Respondí mientras sonreía.

Todo parecía sacado de una hermosa película, todo menos una escalofriante voz.

-Felicitaciones Joo – Volteé a mirar a aquel hombre – O debo decir Jimin – Pasé saliva de forma dificultosa mientras mis pupilas se tambaleaban.

-¿Lo conoces? – Indagó Tae y yo asentí - ¿Quién es?

-Tú deberías mantenerte al margen de nuestra conversación…

-¿Perdón?

-… Cómo lo escuchaste niño esto es entre Jimin y yo, o ya se te olvidó cariño lo que me dijiste? ¿Recuerdas?..

Negué.

-… ¡DIJISTE QUE PODÍA HACER CONTIGO LO QUE! Quisiera – La voz grave de Sun-Ho se distorsionaba a medida que se iba acercando - ¡SI NO QUIERES! Problemas ¡LES RECOMIENDO! Que me sigan – Vi que levantó su camisa y nos enseñó una arma de fuego.

-Tae – Lo llamé con el miedo desbordando en cada palabra.

-Tranquilo - ¿Lo decía por mí o por él? – Ya saldremos de ésta… Creo.

Ambos estábamos temblando de miedo pero nadie hizo nada, tal vez estaban demasiado ocupados como para prestar atención a su alrededor o solamente no les importaban el par de mariquitas “Como solían llamarnos” de la escuela.

Podía ver en sus ojos el juzgamiento y las palabras no dichas en voz alta “Ellos se lo buscaron”

Nos subieron en una gran camioneta de vidrios polarizados, vendaron mis ojos con un listón oscuro, me amordazaron y ataron mis manos, supongo que hicieron lo mismo con Tae.

Don't Leavy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora