CAPÍTULO 8

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El restaurante se había llevado toda mi atención, mis ojos curiosos se desplazaban por todo el lugar mientras los sonidos de las voces inundaban mis tímpanos

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El restaurante se había llevado toda mi atención, mis ojos curiosos se desplazaban por todo el lugar mientras los sonidos de las voces inundaban mis tímpanos.

-¿Te gusta? – Escuché preguntar al chico que se encontraba a mi lado.

-Mucho, tiene un increíble ambiente – Respondí sin ser consciente de mi sonrisa y el par de ojos negros que me miraban de una forma no tan amigable.

-Me alegra que te guste… Por cierto mi nombre es Eunwoo ¿Cuál es el tuyo?

Centré mi atención en el chico de cabello negro y dejé que una pequeña sonrisa coqueta se dibujara en mis labios, no voy a mentir, ese chico de cabello color menta me había parecido realmente sexy.

-Mi nombre es Jimin… Pero tú me puedes decir cómo quieras.

-Lo tendré en cuenta – Me devolvió la sonrisa con un aire de coquetería provocando que mi interés empezara a despertar.

La conversación fluía y con ella me acercaba cada vez más al cuerpo del peli menta, hasta que el sonido de un móvil detuvo nuestra conversación, mis labios se abultaron en un puchero cuando el sexy chico que estaba a mi lado se puso de pie para contestar una llamada.

-Alguien de aquí no está muy feliz de verte hablar tan animadamente con Eunwoo.

Mi mejor amigo se había corrido una silla ahora se encontraba a mi lado susurrando en mi oído.

-Lo sé – Le contesté - ¿Crees qué no he sentido su mirada intensa sobre mí?

-Entonces ¿Qué piensas hacer? – Me Preguntó provocando qué mi cabeza girara y mis ojos se clavaran en los de Tae.

-¿Hacer? Nada – Respondí y volteé a mirar al chico de sonrisa de conejo – Él y yo sólo somos amigos, no veo el porqué no pueda tener una aventura de una noche o de dos ¿Quién sabe? – Terminé de decir y volteé nuevamente a ver a mi amigo el cuál negó con su cabeza.

-Sólo espero que el viejo Jimin no vuelva a aparecer.

Fue lo último que dijo antes de cambiarse nuevamente de silla y dejarme con un pequeño nudo en la boca del estómago producto de mis malas decisiones del pasado.

-Lo siento – Eunwoo llamó mi atención sacándome de mi vacíos pensamientos – Algo urgente del trabajo.

-No hay problema.

Sentí mi voz perder interés conforme los minutos pasaban y la conversación avanzaba, no porque el chico no era interesante por el contrario, era divertido y culto, es sólo que mi atención se la había llevado la pareja al final de la mesa.

Hacía unos 20 minutos la chica que había visto en la fiesta de la empresa había llegado y tomado asiento al lado de Jungkook, quería saber de qué hablaban, de que reían pero sobre todo quería saber cuál era la naturaleza de su relación.

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