CAPÍTULO 15

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El sonido de una llamada sin contestar llamó mi atención, no sabía en que momento había llevado mis dedos hasta la tecla marcar, ahora estaba allí con un nudo en la boca del estómago y sin idea del porqué había presionado la tecla color verde, su ...

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El sonido de una llamada sin contestar llamó mi atención, no sabía en que momento había llevado mis dedos hasta la tecla marcar, ahora estaba allí con un nudo en la boca del estómago y sin idea del porqué había presionado la tecla color verde, su voz ronca se hizo presente remplazando por completo el sonido característico del replicado.

-¿Estás bien?...

Escuché la pregunta a través del auricular pero mi garganta y mis emociones no me permitieron contestar.

-... Si él pudiera hablar contigo te diría: No fue tu culpa pastelito...

"Pastelito... Pastelito" Solté un fuerte sollozo sintiendo un fuerte ardor en mi garganta.

-...Ya has llevado por mucho tiempo el luto pastelito es hora de dejarme ir y avanzar.

No sé si fue producto de mi imaginación pero la voz que antes era de Jungkook se había transformado en la suave y melodiosa voz de mi ser amado fallecido.

-No.... No puedo hacerlo.

-Si puedes porque eres Park Jimin, tú todo lo puedes.

Sólo se escuchaba su respiración y mis pequeños sollozos, no sé cuantos minutos permanecimos sin decirnos una sola palabra hasta que una pregunta rompió el silencio.

-¿Quieres que vaya?

Dejando que mi corazón tomara control sobre mi razón murmuré un si y lo último que supe fue que la llamada había sido colgada.

Respiré profundamente y llevé mi mano derecha a mi pecho sintiendo la alteración en los latidos de mi corazón, invocando un poco a mi racionamiento miré mi teléfono celular la hora dictaba las 2:30am.

Cerré mis ojos fuertemente, Jungkook posiblemente ya se encontraba dormido y aún así había contestado mi llamada, un momento, no sólo había contestado mi llamada ahora mismo se dirigía hacia mi casa.

Solté un gran suspiro, me puse de pie y empecé a caminar rumbo al baño, me miré en el espejo y negué, en resumidas palabras estaba hecho un completo desastre.

Mojé mi rostro tratando de quitar los rastros de las lágrimas, sequé mi rostro y volteé sin mirar mi reflejo, sólo no quería ver el desastre emocional qué se había asentado en las pupilas de mis ojos.

El sonido del timbre se esparció por toda la casa provocando que diera un pequeño salto en mi lugar, con el corazón latiendo a mil por hora me encaminé hacia la entrada, abrí la puerta de forma lenta, primero asomé mitad de mi rostro viendo al tierno chico de sonrisa de conejo al frente de mi puerta - Hola - Saludó sonriendo provocando que mi corazón diera un palpito fuerte.

-Hola - Respondí, mi voz salió baja y rasgada.

Sin darme tiempo a reaccionar su mano había abierto la puerta y su cuerpo había entrado por completo en mi espacio personal, sus ojos miraron los míos con un pequeño brillo qué no supe como identificar mientras sus fuertes brazos me enredaron en uno de los abrazos más cálidos qué alguna vez había sentido.

Don't Leavy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora