EPÍLOGO

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Mi cuerpo se movía al ritmo de la música mientras mis pulmones se inundaban con el suave olor a vainilla que desprendía su cálida piel provocando que el golpeteo de mi corazón se volviera completamente errático

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Mi cuerpo se movía al ritmo de la música mientras mis pulmones se inundaban con el suave olor a vainilla que desprendía su cálida piel provocando que el golpeteo de mi corazón se volviera completamente errático.

-¿Estás bien?

Volteé mi rostro hacia esa hermosa sonrisa de ojos pequeños, sus pupilas dilatadas en alcohol me miraban expectante mientras mis manos se movían por su cintura en un afán ardiente por tocar su piel.

-¿Amor?

Su voz me llamaba y sencillamente no podía reaccionar, mi mente se sentía nublada y mi cuerpo no me respondía, era como si una fuerza invisible se hubiera apoderado de mi ser.

-Po... Pode...

-¿Qué sucede Amor?

Preguntó con sus ojitos bañados en preocupación.

-Ba... Ba... Baño.

No sé cómo me las arreglé para gesticular la palabra, uno de sus pequeños brazos se ciñeron a mi cintura mientras con el otro sujetaba fuertemente uno de mis brazos.

-¿Qué demonios te sucede?

Su voz sonaba tan preocupada sin una pizca de seguridad.

"Lo siento cariño sólo necesitaba un poco más de tiempo"

Llegamos cómo pudimos al baño, mi cuerpo se sentía sin fuerza y mis ojos se empañarón en oscuridad, su precioso rostro apareció en mi campo de visión, su cabello negro, sus ojos expresivos y sus hermosos labios envolvieron mi jadeante corazón.

Mi cuerpo se desplomó encima de los azulejos del frío baño de aquella discoteca que había sido nuestro refugio, nuestro comienzo y al parecer nuestro final.

-Por favor dime que sucede...

Mis ojos se clavaron en sus facciones, o no, no lo hagas amor, no llores.

-...¡AYUDA!

Sus gritos se escuchaban tan lejanos, mi mano sujetó por inercia la suya sintiendo la calidez que había invadido millones de veces mis sentidos.

-Lo... Lo... Siento.

Murmuré deseando que sus oídos me escucharan.

-¿Porqué? ¿Porqué te disculpas?

Lágrimas bajaban por sus mejillas, lágrimas que poco a poco desaparecían en su cuello junto a mis últimos segundos.

-Per..Do...Name...

-¡NO... NO... NO! ¿QUÉ DEMONIOS SUCEDE?!

Gritos de desesperación se escuchaban retumbar entre las cuatro paredes de ese lugar, ah, si sólo hubiera previsto todo de antemano no hubiera aceptado su invitación.

"No quería verte sufrir"

Mis ojos pesaban al igual que mi corazón, con la poca fuerza que me quedaba alcé mi mano hacia su perfecta mejilla rosada sintiendo mis labios curvasen en una pequeña sonrisa casi imperceptible.

-Te... Amo..

Sentí mi voz bajar un grado mientras mi mano caía al suelo y sus lágrimas parecían suspenderse en el infinito de un grito herido, con mi último aliento y en un pequeño susurro que sólo puede ser escuchado por sus oídos exclamo el nombre de mi primer y único amor.

... Jimin...

Don't Leavy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora