CAPÍTULO 11

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Me acosté en mi cama y dejé que el blanco techo recreara patrones imaginarios, relajé mis músculos y sentí un pequeño dolor en mi entrepierna

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Me acosté en mi cama y dejé que el blanco techo recreara patrones imaginarios, relajé mis músculos y sentí un pequeño dolor en mi entrepierna.

Sin ánimos llevé mi mano derecha hasta mi pene semi erecto, cerré los ojos y me deje inundar con todos los recuerdos de minutos atrás, estaba seguro que el sexy rostro de Jungkook siendo desfigurado en placer iba a acompañar mis frías noches de autocomplacencia.

Terminé en mi mano e inmediatamente el sonido de mi puerta siendo tocada llamó mi atención.

-Chim – Era la voz de mi mejor amigo, renuente a contestar me quedé completamente en silencio – Vamos Jimin abre la puerta, te juro que no voy a hablar de lo que vi – Sentí mi rostro calentarse – Sólo necesito hablar contigo de trabajo.

Suspiré profundamente Taehyung sabía muy bien que cuando se trataba de trabajo no me podía negar.

-¿Estás solo?

-Aja, Jungkook ya se fue… Después de casi matarme y prácticamente ahorcarme se fue.

Solté una pequeña risa por el tono dramático que había usado Tae, me levanté de la cama y abrí la puerta encarando la sonrisa “Juguetona” de mi tonto mejor amigo.

-¿Entonces? – Pregunté mientras caminaba hacia la mesa de noche.

-Ya se me olvidó – Me respondió provocando que inmediatamente lo mirara con mi ceño fruncido – Bueno después de semejante escena ¿Cómo crees que me voy a acordar a qué venía? – Soné mi cuello sin dejar de mirarle, sostuve los cigarros en mi mano derecha y caminé en su dirección.

-Taehyung – Advertí y el retrocedió un par de pasos.

-Ya, Ya… No me mates, soy muy lindo y joven como para morir ahora.

-Taehyung.

-Ah, por eso son tal para cual.

-¡TAEHYUNG! – Grité exasperado, la poca paciencia que tenía se había ido por completo.

-Aigo… Pero si me vas a gritar no me pegues ¿No ves que soy sensible y me pongo a llorar?

Hizo un puchero y eso fue todo, solté una fuerte carcajada, maldita sea, siempre que hacia esa expresión de bebé regañado no me podía contener y él lo sabía, adiós enojo.

-Idiota – Dije mientras bajaba al primer piso.

-Pero tierno – Me contestó siguiendo mis pasos – Bueno ya, ahora sí, te lo diré fuerte y claro, quieren adaptar tu borrador a una película.

-¿He? – Parpadeé – Pero es una historia sin terminar ¿Qué les hace pensar que al público le va a gustar?

-Buenooooo – Tomó un cigarrillo – Resulta que hicieron un sondeo de algunos de los párrafos del borrador – Encendió el cigarro – Y todos quieren ver esas escenas plasmadas en la pantalla.

Don't Leavy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora