Capítulo 16. Las siete trompetas del apocalipsis

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Raúl se encontraba corriendo a través de un camino completamente blanco y vacío al momento en el que aquel horrible estruendo hizo acto de presencia ante sus aturdidos oídos. El silencio de la habitación actuó como un lienzo en blanco para aquel ruido perturbador, permitiendo que cada tono y frecuencia del estruendo se expandiera sin obstáculos a lo largo del suelo dónde reposaban sus pies. El ruido había comenzado como un leve zumbido, creciendo rápidamente en un poderoso estallido que había hecho retumbar las paredes en blanco alrededor suyo.

El eco resultante se prolongaría a lo largo del interminable pasillo que ahora lo rodeaba, haciendo que cada matiz de aquel escandaloso retumbar se sintiera vívido y tangible. En aquel solitario pasillo, aquel estruendo no había sido sólo un simple ruido, se había convertido en una experiencia visceral para el infortunado futuro que aguardaba a aquel joven sujeto al muro. La vibración del suelo apenas comenzaba a calmarse debajo suyo, y la nube de polvo que había caído sobre él tras el movimiento de aquel extraño lugar por fin comenzaba a disiparse.

La primera trompeta del Apocalipsis había hecho acto de presencia dentro de sus miedos más profundos, anunciando el inicio del fin del mundo tal y como lo conocía. Raúl sólo pudo quedarse allí parado, sin poder apartar la vista del temblor en sus manos, mientras el recuerdo del sonido de aquella trompeta inundaba su ser con una mezcla de temor y asombro. Nunca había escuchado algo tan poderoso y al mismo tiempo tan desesperanzador en toda su vida, sabía que nada volvería a ser igual después de ese momento.

—Raúl, ¿estás bien? —preguntaba su preciada sombra acompañante—.

Raúl logró parpadear un segundo para salir de aquel eterno sueño y descubrir los desastres que azotaban la ventana de su coche en las afueras de su ciudad. Personas intentando huir del centro del ataque hacia las ciudades vecinas, fuego en las esquinas y las masacres en tiroteos habían vuelto a su comunidad una tierra de nadie en dónde el más débil perdía la vida ante los ojos sin esperanza de aquellos que lo amaban. Y la tormenta, era el peor de sus problemas.

La ciudad había comenzado a ser devorada por una tormenta masiva, una cortina de lluvia que caía sobre los sobrevivientes de aquella matanza sin descanso alguno. Las calles se habían convertido rápidamente en ríos voraces, llevando a la deriva objetos, escombros y algún que otro cuerpo sin vida olvidado por Dios. Los edificios parecían temblar bajo el peso de las gotas de agua que caían encima de sus techos mientras que los árboles se retorcían bajo la furia del viento que arremetía contra todo aquel que no estuviera protegido dentro de cualquier zona que considerara segura ahora.

El cielo hacía dos días que estaba oscuro y desolado, como si la noche hubiera ascendido sin previo aviso para no volver a dejar ver el sol nunca más. Los truenos resonaban por toda la ciudad, haciendo temblar las ventanas y puertas de aquellos locales familiares pertenecientes a la que alguna vez fue la comunidad que Raúl pretendía proteger. Los ciudadanos que quedaban en la ciudad se habían refugiado tanto en sus propios hogares como en Winchester, pero incluso dentro de esas "amigables" paredes rodeados de sus vecinos, colegas, amigos y familia, no podían escapar del sonido ensordecedor de la segunda trompeta haciéndose presente ni del movimiento constante de aquella tormenta que parecía querer sepultarlos a todos bajo su mar de amargura y perdición.

Las calles se volvían un poco más oscuras a medida que la salida a aquel infierno en la tierra se hacía cada vez más y más inexistente, como si la ciudad entera hubiera sido arrastrada a un helado abismo oscuro y sin retorno. La melancolía se apoderaba de los corazones de los sobrevivientes restantes, que se preguntaban si alguna vez volverían a ver la luz del día o siquiera a sentir la efímera alegría de un nuevo día. DR3O estaba acabando con lo todo lo que los celestes significaban para Ohio, estaba sofocando lo poco restante de su luz.

SURROUNDED [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora