Espías Por Accidente

>Capítulo 16<

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Sábado. 19 de marzo
-9:00am-

Ángela estaba desayunando en su casa tranquilamente. Alguien llamó a la puerta, su madre abrió y entró al salón junto con una mujer de cabello negro y gafas.

—¿Quién es ella?— dijo Ángela

—Ella es la jefa del psiquiatrico, ya que tu no quieres ir, ella vino a por ti— dijo su madre

Ángela no se lo pensó dos veces, ella se levantó rápido y echó a correr, hacia la calle. Tenía que huir, pero no sabía que allí había dos hombres bastante fuerte esperándoles. Estos le atraparon, a pesar de ella se resistió, le electrocutaron y le dejaron medio atontada. Le pusieron la camisa de fuerza y la sacaban de allí. Bajaban las escaleras de su casa cuando un coche rojo, estilo los 90, paró en la puerta.

De él salió una mujer bajita, mayor, de pelo corto, pelirrojo y gafas de vista rojas. Llevaba un traje rojo oscuro y tacones negros. Tenía un maletin en la mano izquierda

—Ustedes dos, suelten a mi agente ahora mismo— dijo Henrietta. Los dos hombres se miraron confusos entre sí.

—¿Jefa, Henrietta?— dijo Ángela confusa y débilmente. Ella sacó un revolver de su bolsillo y les apuntó

—¡¿Acaso no me oyeron?!. Sueltenla— dijo Henrietta. Los dos hombre le quitaron la camisa a Ángela y la soltaron. Hetty miró a los otros adultos— ¿Ustedes son los padres?, tenemos que hablar

Ella se acercó a Ángela, y le ayudó a levantarse. La chica se tambaleó y casi cayó de nuevo, de no ser porque la mujer le agarró

—Jefa Hetty, no me encuentro bien— dijo Ángela

—No te preocupes querida, descansa en el sofá un poco. Yo me ocupó de todo— dijo Hetty

Ambas mujeres entraron a la casa. Ángela se sentó en el sofá, un calambrazo no le había venido bien. Hetty obligó a los hombres y a la mujer del internado a irse. Se sentó en la mesa, enfrente de los padres de Ángela. Sacó un papel y un boli.

—Si firman esto, la custodia de su hija pasará a ser mía— dijo Henrietta

—¿Podríamos saber quién es usted?— preguntó su madre

—Soy Henrietta Lanch, la jefa de la agencia de espías de la COA, Agencia de Operaciones Encubierto— dijo Hetty— Ustedes no están capacitados para cuidar a mi agente. No dejaré en sus manos su vida y la de millones de personas.

—Entonces, ¿es verdad que nuestra hija es espía de esas?— dijo su padre

—Totalmente, y una de las mejores. Ella jamás les ha mentido, ni les ha desobedecido. Incluso pensó en dejar su trabajo solo por sus estúpidas suposiciones— dijo Hetty— Han estado a punto de mandar a una niña inocente a un infierno que no merece. Son unos padres terribles

—Oye, ¡no toleraré que una desconocida nos diga como hay que cuidar a nuestra hija!— dijo su madre con cierto enfadado

—Tolere lo que quiera. Pero el tribunal de menores no aceptará este trato y le quitaran la custodia de su hija— dijo Hetty— Si firma ahora nos ahorraremos el papeleo y los abogados

—Si claro, ¿y quien nos pagará todo lo que nos costó cuidarla?. Se supone que los hijos cuidarán a los padres cuando estén mayores— dijo su padre

—En las condiciones en las que le tratan, no creo que llegara ni a los 17 años— dijo Hetty. Ella puso el maletin sobre la mesa y lo abrió— Aqui hay 100.000€ en billetes de 50€, lo que les cuesta cuidar a una niña hasta los 18 años. Y aún tiene 16, por lo que les pago de más... Si firman, serán suyos.