Espías Por Accidente

>Capitulo 21<

═══════════ ⋆★⋆ ═══════════

Tras esa emboscada, David no tuvo más remedio que soltar a su compañero y lanzar sus armas Ambos se lo llevaron a una habitación libre. Le ataron y exigieron que revelará quienes eran sus compañeros. Como no lo hizo, le golpearon. Le pusieron el chaleco explosivo que tenía uno de los hombres. No habían colocado las bombas, iban a detonarse junto con ellas

Perdí la comunicación con David y me empecé a preocupar. Mandé a Irache y a Rosalía terminar de revisar el edificio e ir con María y Ariadna. Yo fui al sector que tenía David. En el pasillo, llamó mi atención algo. Era el comunicador de David y también estaban sus armas, la de mano y la del tobillo. Me temí lo peor. Sabía que no debía de estar lejos. Empecé a inspeccionar todas las salas buscando a mi amigo. Me empezaba a preocupar. Creo que ya sé cómo se sintió él cuando yo desaparecí. Tenía que pensar como ellos, si alguien se hubiera colado con material explosivo, ¿que es lo que planearía? y lo que es peor, cuántos habían entrado.

—Chicas tenéis otro problema— dijo Lagarto— La cámara térmica ha detectado en una furgoneta lo que parece ser otra bomba

—Eso es imposible si los tipos han entrado al edificio— dijo Ángela— Oh, mierda

Ella se apresuró a correr más rápido y estaba delante de la última puerta. Oyó un golpe dentro. Bingo. Apegó con cuidado su oreja a la puerta

—Y esto está listo, tenemos que salir de aquí— dijo un hombre

Ángela se alejó tomando dos pistolas la puerta se abrió, disparó al primer hombre en la pierna y lo desarmo rápido. Apuntó al otro. Tenía un detonador.

—Ni se te ocurra moverte o tu amiguito saldrá volando por los aires— dijo ese hombre

—Maldito bastardo, ya sé vuestros planes. Quieren detonar la bomba aquí para obligarles a salir. Tienen una furgoneta fuera llena de explosivos, ¿verdad?— dijo Angela— Van a matar a muchas personas inocentes. Es más, vais a asesinar a dos presidentes, ¡estáis locos!

—Vosotros nunca lo entenderéis. El País Vasco tiene que ser independiente de españoles infieles y cualquier país que trate de ayudarle— dijo el hombre. Pulsó el detonador. La cuenta atrás comenzó. Angela le disparó en el hombro sin dudarlo y se acercó a David. Le habían dado una paliza antes de ponerle el chaleco

—Vete, tienes menos de dos minutos. Si estás demasiado cerca también morirás— dijo David

—¡¿Crees que te abandonaría aquí?!Aquellos que rompen las reglas son escoria, pero aquellos que abandonan a un amigo, son peor que escoria— dijo Ángela. Repitió una famosa frase del anime y que le encantaba— Al menos moriremos juntos si no lo consigo

Ángela se apresuró rápido a examinar la bomba. No era muy complicada. El Sargento Gómez le había entrenado para desactivar algunas. Tras mirar, decidió que era el cable azul. Lo tomó y acercó el cuchillo que tenía.

—Dios, que no salgamos volando— dijo David

—Cállate, no lo haremos— dijo Ángela.

—¡¿Acaso no le tienes miedo a la muerte o que?!— dijo David

—Claro que no— dijo Ángela. Ella sin miedo cortó el cable. El temporizador se detuvo, la bomba se había desactivado. Ambos suspiraron muy aliviados— No dudes nunca de un ninja

Ángela le quito todo a David y le desató. Le ayudó a levantarse, pero no todo acababa ahí

—Nube, ¿cuál es la furgoneta que tiene las bombas?— pregunto Ángela