Espías Por Accidente

>Capítulo 11<

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Jueves. 3 de marzo
-5:00pm-

—Este será su examen final. Si lo aprueban, se volverán espías de la COA. En caso de suspender, no sé qué pasará... Bueno, la prueba será un enfrentamiento con el maestro— dijo Ana por el comunicador. Ellas esperaban en la base— Todos están en puntos diferentes del bosque, al cual les llevamos con los ojos vendados. La prueba es sencilla, tienen que abatir al jefe. Modificamos todas las armas y usan pintura en vez de balas. Si les dan al sargento con ella en la cabeza o pecho ganan, si les dan a ustedes, mueren y si mueren todas, suspendieron. ¿Están listos?

Las chicas y David tenían una mirada de determinación. Una de las enfermeras, Natalie, disparó con un arma al cielo

—¡Ya!— gritó Ana.

Ella se encargaba de supervisar todo desde la base, había cámaras en varias zonas del bosque para ver lo que hacían y podía comunicarse con ellos a través del pinganillo que llevaban en el oído. Así podía ver como lo hacían. También tenía comunicación con Gómez, por si le ocurría algo. Si eran dados con pintura debían volver a la base, si trataban de hacer trampas, quedarían expulsadas inmediatamente.

—Bien chicos, primero hay que juntarse— dijo Ángela por su pinganillo. El resto respondió de igual manera

—Pero, ¿como?. No sabemos donde estamos y todo es exactamente igual. Un bosque de álamos— dijo Ariadna

—¿Por qué lado está el sol?— preguntó David

—Yo lo tengo a la derecha— dijo María

—Yo a la izquierda— dijo Irache

—Yo también a la izquierda— dijo Rosalía

—Yo de espaldas, bueno, ahora de frente— dijo Ariadna

—Yo lo tengo también de frente— dijo David— Por lo que Rosalía e Irache están cerca, una tiene que ir hacia el lado contrario, y se juntarán. Ariadna tu y yo haremos lo mismo. Maria, tú tienes que caminar para el lado contrario también y Ángela

—Lo sé, iré hacia el oeste. Les veré enseguida. Tengan cuidado, no sabemos en donde está Gomez— dijo Ángela

Desde su posición, cada uno echó a correr al encuentro con sus compañeros. Los primeros en reunirse fueron Irache y Rosalía, seguidos de David y Ariadna. Ellos, por su lado, buscaban la manera de llegar a los demás. María, en cambio, se había perdido. Se detuvo en vez de seguir corriendo. Miró a su alrededor. En ese momento vió algo brillar. Ángela corrió y saltó sobre ella, tirándole al suelo. Un disparo de pintura rosa impactó en el árbol. Seguido de eso, más disparos fueron hacia ellas.

—¡Corre María!— dijo Ángela. Le tomó de la mano y le levantó, ambas echaron a correr en dirección contraria.

—Gracias Ángela... Chicos le tenemos encima— dijo María por el auricular

—Donde estáis, iremos para allá— dijo Rosalía

—No vengan. Cambio de planes, si nos atrapan a todas estaremos en problemas. Maria y yo iremos por nuestro lado. Ganaremos tiempo para que preparéis un ataque— dijo Ángela

—Entendido— dijo Irache

María y Ángela siguieron corriendo por el bosque un rato más. Le alejaron todo lo que pudieron, hasta que dejó de seguirles. Notificaron lo que pasó al resto del grupo, el cual ya estaba preparado. Ellos se posicionaron detrás de unas rocas, armados con granadas de pintura, esperando a que apareciera Gómez para atacarle con todo lo que tenían.