Espías Por Accidente

>Capitulo 23<

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Sábado. 9 de abril
-10:00am-

Ángela despertó despacio. Abrió sus ojos y los frotó para ver mejor. La luz entraba por la puerta de su cuarto tenuemente. Esta se filtraba por la ventana del salón. David no estaba a su lado. Se levantó y abrió la ventana. Definitivamente no estaba. Miró en el salón y el baño, pero tampoco estaba allí. Entonces la vió, una nota sobre la barra de la cocina.

“Mis padres querían que les mandara unas fotos de unos documentos de casa y tuve que regresar de inmediato. Están relacionado con la misión secreta que hacen. Siento no haberte despertado, te veías muy linda durmiendo. Lo pasé bien ayer, repitamoslo más veces, aunque la próxima quiero que despertemos juntos”

David Vargas

Sus neuronas dejaron de funcionar en el momento en que leyó “quiero que despertemos juntos”. Rayos Ángela no pienses en eso. Me alegro de que al final todo saliera bien ayer. Las cosas van bien entre nosotros, no quiero que cambien. Aunque seamos diferentes y tenga mis secretos, no quiero que dejemos de ser amigos.

Ángela guardó cuidadosamente la nota en el cajón y fué a desayunar.

***

Lunes. 11 de abril
-7:00am-

Ese lunes no había clase. El segundo trimestre había acabado. Era lo que llamaban Semana Santa y si ellos pensaron que no tendrían misiones, estaban equivocados. A las 7am una llamada llegó al teléfono especial de Ángela

—Amarillo al habla— dijo Ángela mientras lo tomaba

—Agente Amarillo me identifico como el Agente Serpiente de operaciones. Tiene trabajo. Reúna a su equipo, su avión sale del aeropuerto en una hora. Les contaremos todo de camino— dijo Serpiente. No era extraño que otros agentes de operaciones les contactaran en vez de siempre los mismo.

—Entendido Agente Serpiente— dijo Ángela. Arrojó el uniforme del instituto de vuelta al armario

Tomó su teléfono y envío un mensaje por el grupo de WhatsApp. "Hay misión. Nos vamos ya. Paso por casa de Maria en 15 minutos". Ella tomó su macuto de viaje, lo dejó preparado después de la última misión, y se dirigió al garaje. Puntual llegó al punto de reunión. Todos esperaban allí, con caras de sueño y sus correspondiente armamento.

Una vez subieron al avión, el Agente Serpiente volvió a llamar y explicó la situación. Era un chico poco más grande que yo, de unos 25 o así. Rubio y con gafas. Llevaba una camisa de cuadros rojos

—Lamento la llamada tan repentina. Me identifico como el Agente Serpiente, de operaciones, un placer— dijo el chico

—Lo mismo digo— dijo Rosalía

—Ahora mismo van de camino a Italia. La Policía Nacional solicitó sus servicios debido a que trataron de matar a un testigo protegido. Su nombre es Rakoviski Jaram, y según lo que nos dijeron su testimonio acabaría para siempre con la mayor Red de narcotraficantes del país. Llevaron el caso con la mayor discreción, pero nada más salir de la comisaría les tirotearon y casi muere— dijo Serpiente

—A ver si adivino, hubo una filtración— dijo David

—Correcto. Creen que alguien filtró los datos de dónde estaba y por eso fueron a por él. Como no hayaron al culpable, nos contactaron— dijo Serpiente— En el momento en que toquen suelo italiano han de dirigirse a la dirección que les mandé, tomar al testigo bajo su protección 100% y asegurarse de que llegue bien a la vista, que es el miércoles