Espías Por Accidente

>Capitulo 31<

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Desde la misión de Londres, las cosas habían estado raras entre nosotras. Ya lo estaban antes de echo, pero ahora lo eran aún más. Todos esos recreos en los que comíamos juntas se volvieron cada vez menos frecuentes. Las conversaciones a veces giraban en torno a temas completamente desconocidos para mí y con bromas que no solía pillar. Igual que hacían mis compañeros de clase. Las cosas se volvían poco a poco igual que antes del 30O, día en que casi acaba el mundo... Y no lo entiendo. ¿Qué hice mal?

Desde aquella noche, David no pudo apartar de su mente aquel "TODO". No sabía a qué se refería y notaba como Ángela poco a poco se apagaba. La estaba consumiendo y lo odiaba, se odiaba por no poder hacer algo para impedirlo. Ya lo tenía aceptado, ella, le gustaba. Esa chica de cabellos rubios había logrado sacarle sus mejores sonrisas, le había ayudado cuando tenía problemas y le había echo sentir jodidamente especial, como ninguna chica antes en toda su vida. Amaba cada parte de ella, pero en especial, esa sonrisa sincera que estaba presente cuando hablaba de lo que le gustaba. Era tan pura, sin maldad y le hacía sentir muy cálido y aún más afortunado por poder verla... Y ver como desaparecía, le dolía.

Viernes. 6 de mayo
-11:00am-

-Hoy es la final contra los de 2° de bachillerato- dijo Alex- Mentalidad de ganadores, eh

-Ganaremos seguro- dijo David y le echó el brazo a Ángela por el hombro

-Pero a mi no me dejen todo el trabajo- dijo Ángela

-Eso, trabajo en equipo. No seáis unos chupones- dijo Daniel

-¡Vamos equipo!- dijo José Luis

-¡Si!- dijeron todos al unísono.

Hoy era la final, 2 de bachillerato de ciencias contra 1° de bachillerato mixto. Tras enfrenartos al otro primero y ganar, pasamos de ronda y ahora nos toca pelear con los ganadores de segundo por el título. Para que no fuera injusto, se dividió el torneo en dos ganadores, los ganadores de bachillerato que se decidían en este torneo, y los de la ESO, que se decidió por mayoría de goles después de que cada curso jugase entre ellos.

El equipo se colocó el posición. Ángela de nuevo dominaba el lateral izquierdo. David el delantero, Francisco el lateral derecho, José Luis y Juanma las defensas y Alex de portero, que cambiaría con Dani para no estar todo el rato jugando.

A ese partido había asistido la gran mayoría de alumnos del instituto, también varios profesores de ambos bachilleratos. La emoción se vivía en las gradas. El profesor de educación física tocó el silbató y empezó el partido. Sacó segundo. El delantero se la pasó a la banda derecha, el trató de avanzar pero se encontró con Ángela para impedírselo

-Esto me trae recuerdos- dijo Roberto, quién tenía el balón.

-A mi también, pero por eso no seré más blanda- dijo Ángela y se la robó rápido. Iba a avanzar, cuando vio como había alguien detrás de Roberto, el amigo de David. No le dio tiempo a reaccionar y se la robaron.

Se quedó atónita por unos segundos, pero no podía quedarse quita, volvió a retroceder para defender. En un pase David la robo y trato de pasársela a Ángela, pero de nuevo, alguien la bloqueó. No iban a dejar que tomará el balón. Finalmente, los de 2° acabaron marcando un gol. Sus aficionados estallaron en gritos. El resto del equipo de Ángela estaba tan perplejo como ella, la estaban aislando para evitar que marcaran.