Espías Por Accidente

>Capitulo 30<

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Lunes. 2 de mayo
-14:00pm-

—Bueno, ya estamos listas para irnos. ¡Que ilusión!— dijo Irache emocionada

—¿A donde van ahora?— dijo Ángela sorprendida. Recién salía de su habitación. Se había duchado y cambiado, e iba a redactar el informe de la misión. Ninguna respondió, seguían con su conversación. Antes de decir algo más, llegó una videollamada por el ordenador de la agencia— Llaman de la agencia chicas

Ninguna le hizo caso, nuevamente, ella se sentó en el sofá y cogió la videollamada.

—Cómo están Stars— dijo Nube

—Bien, ¿y vosotras?— dijo Ángela

—También bien. Por cierto, tenemos a alguien que quiere hablar con vosotras— dijo Lagarto.

—¿Es Hetty?— preguntó Ángela. En la pantalla apareció la cara de un hombre un poco viejo, calvo y que daba miedo

—Por desgracia no soy ella. Mi nombre es John Granger, soy el subdirector de la COA. ¿Donde está su equipo Amarillo?— dijo Granger. Ángela se giró para buscarlas, pero ellas ya no estaban. Ya se habían sin nisiquiera decirle a donde ni a qué hora volverían.

—Pues ahora solo estoy yo, las demás chicas fueron a dar un paseo, y el Agente Negro está descansando en su habitación— dijo Ángela

—Su equipo es algo desobediente— dijo Granger

—Me lo dice o me lo cuenta— dijo Ángela algo frustrada

—En fin. ¿Tienen las bolas a buen recaudo?— dijo Granger

—Si subdirector. Tal y como nos dijo la jefa Hetty, dejamos las falsas en el museo y llevaremos allí las verdaderas— dijo Ángela

—A ser posible, que no se retrase demasiado su vuelo— dijo Granger

—Claro que no. Saldremos mañana por la mañana. Mi equipo está cansado hoy— mintió Ángela

—Las estaré esperando— dijo Granger y colgó la llamada.

Ángela llamó a sus primas para saber a donde fueron y a que hora volverían, pero no se lo cogieron. Sospechaba que fueron a ver el parque temático de Harry Potter. Ese del que hablaron un día el verano pasado. A Rosalía e Irache les encantaba Harry Potter y supuse que las otras fueron para no quedarse solas y para escaquearse del trabajo. Ahora me tocaba a mí sola redactar el informe de la misión. David descansaba en la habitación, y no le despertaría para eso cuando hay gente que no va a hacer nada y podria ayudarme. Que nos enviaran a Londres fue una mala idea. Han estado muy distraidas toda la misión y yo he sido quien se ha ocupado de todo en su mayoría. Tanto estrés no es bueno para el cuerpo.

Ángela se sentó en el sofa y comenzó a redactar el informe. Al principio dudo entre si decir la verdad o mentir... Y optó por mentir con tal de evitar una discusión. Acabó dos horas después, cuando con ayuda en 40 minutos o así lo habrían tenido listo.

Se levantó y estiró sus articulaciones. Mientras lo hacía una loca idea cruzó su mente. ¿Y si encuentro la pieza que falta?. No es para invocar al demonio, pero si para tenerla a buen recaudo. Pensé en la adivinanza una y otra vez. Tenía que ser un lugar alto de Londres. El único que se me vino a la mente fué la torre de Londres, lo más alto y antiguo de la ciudad. Data del siglo 1860, perfectamente podrían haber guardado la pieza 100 años y haberla escondido después. Seguro estaría allí. Esto me emociona.

***

Lunes. 2 de mayo
-22:00pm-