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•Sara•

Después de estar varios minutos llorando, me retoque el maquillaje y guarde mis cosas necesarias en mi cartera.

A los minutos Gregory estaba tocando el timbre de casa por lo que baje las escaleras.

—Me voy papá. —le aviso una vez abajo.

—Cuídate cariño. —dice desde el sillón.

Observo los ojos azules de Thane, me detengo a observarlo, la nostalgia, tristeza y decepción se hacen notar.

Él también me observa de una manera que no sé descifrar, no obstante niego con la cabeza y camino hacia la puerta para abrirla.

—Hola bonita. —me saluda.

—Hola. —fuerzo una sonrisa para besar su mejilla.

— ¿Cómo estás? —me pregunta mientras cierro la puerta.

—Bien. ¿Y tú?

—Bien, estás hermosa y me gusta cómo te vestiste. —me halaga.

—Gracias, tú también estás lindo.

Observo su vestimenta, camisa negra, pantalones de vestir y un saco de traje básico.

—Gracias. —dice caminando a la par mía para abrirme la puerta del copiloto de su auto.

Entro dándole las gracias.

Me coloco el cinturón de seguridad y observo la ventana de casa al sentir su mirada.

Ahí está como león acechando a su presa.

Simplemente lo ignoro y observo subir a Gregory al auto.

Con Gregory mantenemos una charla sobre anécdotas de cuando íbamos a la feria de pequeños.

—Desde que vivimos Thane y yo con papá, nos ha llevado a la feria. Con Thane siempre terminábamos llorando porque debíamos irnos pero cuando fuimos creciendo ya no. —me río.

—Oh yo sé que no hablamos de eso pero…me sorprendió enterarme que Thane era tú hermano, nunca dijieron nada y veía como te molestaba.

—Es la verdad, no sé, Thane nunca quiso que cuente que eramos hermanos y fue un hijo de puta por molestarme en el instituto…es mi hermano y se supone que me tuvo que haber cuidado. —suspiro. —Solo que no lo hizo pero ahora ya está. En este momento nos odiamos y estamos peleados.

—Lamento oír eso, pero no todos tienen una relación perfecta con sus hermanos y todo eso pero los terminas queriendo.

—Yo no. —juego con mis dedos. —Thane me hizo mucho daño y no hablaré de eso.

—Te entiendo, no hablemos más de él y hablemos de otra cosa.

Así lo hicimos y comenzamos a hablar de animales.

—Yo tuve dos hámsters. —suspiro. —Uno se murió porque estaba enfermo y el otro lo mato Thane sin querer.

Yo me río recordando cómo fue.

—Thane como un idiota metió el dedo dentro de la jaula la cual estaba abierta y Tino, mi hámster, lo mordió haciendo que Thane sacuda la mano mandándolo a volar y haciendo que se muera de un golpe seco contra el suelo.

Ambos nos reímos cuando copie el grito que hizo Thane.

—Pobrecitos tus hásmster.

—Sí, los extraño.

La charla termina cuando Gregory estaciona el auto y bajamos.

Juntos vamos a los juegos en los que puedes ganar peluches.

Oscura obsesión [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora