¡Basta!

El primer año

Después del incidente final con Jin GuangYao, Lan Wangji llevó a Wei Ying a Gusu Lan.

Lan Qiren, que en ese entonces había tomado el cargo de líder mientras que el Primer Jade estaba en reclusión, aceptó que se quedara y formara parte de la secta, después de todo, Wangji parecía apreciarlo mucho, así que aunque tenga desviaciones de Qi seguidas estaba dispuesto a esto por su sobrino.

Al inicio todo fue bien, Wei Wuxian sabía comportarse y se adaptó al cargo de maestro para enseñarle a los discípulos, Jingyi y Shizui eran los más encantados con esto.

Lan Zhan parecía feliz, a veces, ambos iban a la zona de los conejos y mientras Wei Ying jugaba con ellos, el lo admiraba sentado a su lado.

La llegada del antiguo patriarca al inicio sorprendió a todos, pero sin dudas actualmente le agradecían infinitamente. Gusu Lan parecía brillar más, se solían oír risas en el jardín, los discípulos se mostraban divertidos hacia su maestro, era duro, pero no lo cambiarían, él les enseñaba tantas cosas y era tan bueno en lo que hacía, sin mencionar lo mucho que se sentían cuidados.

A veces luego del entrenamiento su maestro fingía irse mientras ellos intentaban recuperar el aliento, sin embargo, volvía a escondidas a dejar agua y pañuelos para ellos, según el, sin que nadie supiera.
Pero los pequeños juniors lo habían descubierto, no dirían nada porque secretamente se les hacía tierno.

Para los mayores era una presencia mágica, al inicio fue un poco incómodo, pero la alegría que mostraba siempre y sus sabias palabras hacían imposible no sentirse cálido a su alrededor, los reconfortaba, sobretodo ahora que el Jade de radiante sonrisa no se encontraba cerca.

Hasta Qiren se encontraba un poco feliz, aunque no lo admitiría, ese joven de brillante sonrisa había traído una especie de luz a Gusu, sin mencionar que los jóvenes habían mostrado más avances y sus sobrinos se veían más animados.

Lan Xichen estuvo en reclusión durante un año, al principio, no quiso ser visitado por nadie, se negaba al contacto, lo que preocupaba a Qiren y Wangji, quienes intentaron acercarse meses después, sin obtener respuesta alguna de su parte.

Grata fue su sorpresa cuando quien llegó hacia él fue el joven Wei, fue la primera vez de muchas, en todo ese año él lo había ido a ver sin falta, haciéndole compañía y eventualmente haciendo que el Jade permitiera ver a su familia poco a poco.

Todo estaba bien para Wei Ying, después de una vida llena de pecados y culpas que carcomían su mente y corazón, Lan Zhan le había dado calidez y un hogar, estaba agradecido, él, quien pensó que no merecía nada, había terminado en un lugar muy bonito.

Incluso Jin Ling a veces llegaba a la secta a charlar con sus amigos y una que otra vez conversaban, le alegraba que él esté creciendo bien a pesar de todo el cargo de ser el lider. El líder Jiang también frecuentaba la zona, pero del saludo era difícil pasar.

Pero, poco después de que Lan Xichen saliera de su reclusión, Lan Zhan empezó a actuar extraño con Wei Ying, hasta que el día llegó.

Era una mañana oscura cuando Wangji le habló:
–Wei Ying, acompáñame– su voz era firme y su mirada fría, Wuxian tenía un extraño sentimiento cuando decidió preguntar donde iban.

–Tienes que ser castigado por tus crímenes– su voz sonaba tosca y sin sentimientos.

El corazón de Wei Ying se apretó un poquito.

–Está bien– fue lo único que dijo hasta llegar al lugar.