Razón

739 80 5
                                    

Pasó una semana desde ese suceso, después de ver que estaba dormido, Jiang Cheng lo cargó hasta su ahora cama y lo dejó reposando ahí, Xichen decidió quedarse a cuidarlo mientras el otro iba a informar a los guardias.

Al otro día, el chico se había despertado igual de desorientado, y así fue durante un tiempo, a veces llorando y otras tantas gritando y temblando, nadie sabía lo que le pasaba, no le dirigía la palabra a nadie, y Jiang Cheng dejó de ir después de que la segunda vez que decidió acercarse, Wei Wuxian casi vomita del miedo. Era realmente preocupante.

•°•
Wei wuxian había tenido pesadillas, si se les podía llamar así al constante recuerdo de sus errores, ya se había dado cuenta que estaba en Muelle de Loto, y no estaba seguro si le gustaba la idea, todo era como lo recordaba y el líder Jiang estaba acercándose a veces, eso lo asustaba tanto, de repente todo lo malo venía a su mente y la culpa no lo dejaba actuar normal.

¿Cómo podría hacerlo si arruinó su vida?, y, no debería estar ahí, es como un deshorra para la secta que siga "formando" parte de ella, pero, seguro ahora no podría ir a ningún otro lugar, al menos si se mantenía encerrado no afectaría a nadie.

De repente dormir dió miedo también, lo que veía, era realmente tenebroso, ya no quería revivir nada, ya no quería pensar en eso, porque dolía mucho, porque era culpable.

°•°
Estaba oscuro, muy oscuro, no había ruido, y por más que caminaba no encontraba nada, todo estaba vacío. –¡A-Xian!– la voz se escuchaba desesperada, –¿Shijie?–, intentaba descubrir de donde venía.

–¡A-Xian!–, no la veía, —¡Shijie!, ¡¿dónde estás?!–, pronto aquella voz se convirtieron en gritos desgarradores, quizás aquellos que la dulce doncella había guardado en lo profundo, –¡Shijie! ¡no te muevas!, ¡te encontraré!–.

Risas malintencionadas se empezaron a escuchar y los gritos no pararon, corría tanto como podía donde creía que la voz estaba, sintió que agarraron sus pies y lo jalaron boca abajo al piso impidiéndole avanzar, –¡Shijie!, ¡suéltenla!– las risas se volvieron más fuertes, –¡No!, ¡necesito verla!, ¡no le hagan nada!, ¡déjenla!–, los gritos pararon pero las otras voces se hicieron más fuerte, muchas sombras se pusieron sobre él, y sintió su piel ser arrancada, –duele... ¿qué hacen?, ¡suéltenmen!– el dolor se hacía más fuerte, –¡no!, ¡no!, ¡no quiero!, ¡por favor!, ¡no!–.

–¡Joven Wei, reacciona!–, gritó mientras lo agitaba, el mencionado abrió los ojos de golpe deteniendo sus gritos, –joven Wei, ¿qué pasó?–, el mencionado solo lo miró y reaccionó asustado alejando sus manos de él, empezó a temblar un poco y las lágrimas volvieron a salir.

–Está bien, está bien, fue un sueño, estás aquí–, intentaba acercarse lentamente, como a un perrito herido, –lo-lo sien-to, yo–, logró acercarse lo suficiente para abrazarlo, lo cual hizo, –está bien, no pasa nada, está bien–, empezó a sobar su cabeza suavemente, –no es necesario que hables ahora, entiendo–, Wei Ying solo pudo soltar el llanto contenido, mientras se aferraba a aquel abrazo que de alguna manera era lo que lo mantenía ahí en ese momento.

¡Basta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora