¡Basta!

¿Pasarse?

Lan Qiren se encontraba meditando en su salón cuando la voz de su sobrino se escuchó detrás de la puerta.

– Tío, ¿podemos hablar?– la urgencia en su voz era clara así que lo invitó a pasar. El joven tenía una mirada de preocupación –el castigo del joven Wei, ¿no es pasarse un poco?– sin rodeos, él lo había dicho.

Qiren desconcertado preguntó –¿qué castigo?–, –el joven Wei está siendo golpeado en el jardín trasero, Wangji está ahí– se relajó un poco, si él estaba presente no se podía salir de las manos, era algo entre ellos quizás –déjalos– musitó.

–Tío, usted no lo entiende, también están los ancianos, Wangji, él, está con ellos– y toda calma que tenía se fue.

–Él ya ha estado un año aquí, ¿no es ya muy tarde para castigarlo?– continuó –yo no he ordenado nada así– esto era más serio de lo que pensó –Xichen, llévame allá–.

°•°

Al llegar al lugar solo podían ver un destrozado Wei Ying siendo azotado mientras Wangji observaba la escena.

–Wangji, ¿que está pasando aquí?– preguntó al llegar a su lado –un castigo tío– fue lo que salió de su boca, y, a pesar de que intentó detener este acto diciendo que él no lo había ordenado, los ancianos hicieron oídos sordos y continuaron.

Al finalizar aquel acto, Wei Ying estaba doblado con la vista al suelo, finalmente el dolor lo había obligado a soltar su postura firme, el espaldar de su túnica se transformó en simples harapos cubiertos por la sangre que emanaba de aquellos cortes profundos regados por toda su espalda.

Parecía que en cualquier momento terminaría por caer, Xichen se apresuró a él antes de que esto pasara y lo sujetó delicadamente de los hombros para evitar generar más dolor.

–Xichen, lleva a Wei Ying a la enfermería, por favor, Wangji, acompáñame al salón principal– ambos acataron las órdenes de su tío y mientras el desaparecía entre los pasillos con su hermano, el mayor de los jades se dedicó a atender a Wei Wuxian.

–¿Te puedes parar?– preguntó con delicadeza, aquel chico que mantenía su cabeza agachada solo asintió e intentó pararse, más solo terminó soltando un quejido de dolor y casi cayendo si no fuera porque el mayor lo sujetó.

–Te llevaré, no te preocupes– exclamó mientras lo acomodaba estilo nupcial y Wei Ying soltaba uno que otro quejido – estoy bien, no es necesario esto, es el líder, debe de estar ocupad– parecía casi un susurro, que si Xichen no lo hubiera estado llevando así, probablemente no lo escucharía.

–Mi tío lo pidió, aparte, no estoy ocupado, te llevaré, descansa– su amable sonrisa se hizo presente, a pesar de que el otro no lo veía quería demostrar amabilidad, y, no sabía si Wei Ying había decidido hacerle caso o finalmente se había desmayado, pero se hizo presente una suave respiración.