¡Basta!

Culpa

Si a Wei Ying le preguntaran si estaba consciente de lo que estaba pasando, él no podría responder.

¿Lan Zhan había dicho castigo?, por aquellos crímenes que cometió, ahora debía pagar, era justo, lo sabía, la felicidad no era algo que estuviera dentro de su vida, era hora de decirle adiós nuevamente.

Mientras caminaba hacia su destino pensaba en qué tan poco pasó con sus niños, quizás debió cuidarlos más, ahora probablemente sería separado de ellos y encerrado en algún lugar.

Cuando vió aquel palo en las manos de las personas que más lo aborrecían entendió todo y simplemente aceptó su destino.

300 golpes, sí, no era nada comparado con lo que Lan Zhan había sufrido por él, no era nada comparado con lo que le quitó a Jin Ling, no era nada con el daño que le hizo a Jiang Cheng.

Los golpes dolían, aquel cuerpo no era tan resistente como el suyo, en el golpe 100 la sangre ya brotaba de sus heridas y era difícil mantenerse recto, pero estaba bien, lo merecía.

Cuando escuchó la voz de su cuñado no se atrevió a mirarlo, sería una vergüenza verlo así como estaba con unos cuantos golpes, así que solo aguantó mientras miraba el piso hasta que él se retiró.

Hubo un momento en el que logró ver a Lan Zhan, él estaba ahí, viéndolo como si fuera una cucaracha, y eso, eso fue lo que más dolió, no había cariño, ni preocupación, por primera vez Wei Ying no fue capaz de ver nada en aquellos dorados ojos, absolutamente nada.

Aquella mirada vacía estaba dirigida meramente a él, y eso fue como 1000 golpes en uno.