—¿En serio lo leíste? —Octavia se notaba sorprendida y perpleja ante la buena explicación de Nil
—Los mejores amigos hacemos eso... —soltó el castaño
—Los mejores amigos —murmuró Octavia con los ojos clavados en el piso
—Es mejor que te pongas a trabajar Nil. Jamás pensé decirle esto a nadie, pero la lectura te está afectando...
Nil sonrió y levantó las manos en señal de paz mientras se acercaba a Octavia, para instalarse en la mesa del comedor con todos sus equipos. Por mi parte decidí dejarlos trabajar y salir al balcón a tomar un poco de aire y meditar un poco para aprender a canalizar de forma positiva la energía que yacía dentro de mí.
—Eres como un tornado andante —di un brincó al escuchar la voz de Vicente a mi espalda
—¡Dios! —llevé mi mano al pecho— ¡me asustaste!
—No fue mi intención —sonrió
—¿Un tornado? —pregunté volviendo a la conversación que inició
—Sí —afirmó dando un par de pasos adelante con las manos en los bolsillos y la mirada en el horizonte—, llegas, mueves todo a tu pasó con tu energía avasallante y cuando no estás... Cuando no estás, solo queda un día gris, tristeza y escombros.
—Me gustan los días grises —digo con nostalgia
—A mi me gustas tú...
Siento el rubor instalarse en mis mejillas —¿Aun siendo tan caótica?
—Así tal cual eres
—Bro, el equipo de la agencia localizó tres de las locaciones donde hicieron las últimas llamadas —interrumpió Nil
—¿Alguna cámara de seguridad cerca? —respondió el rubio
—Al parecer hay una, Octavia ya está ingresando a la red
—Bien, gracias hermano —Nil le dedico una sonrisa y se dirigió hasta donde me encontraba
—¿Qué ocurre copito? —preguntó
—Es... —suspiré—, es que siento de nuevo que estoy en un lugar donde no pertenezco. No se la mitad de las cosas que hacen, tampoco entiendo algunos términos...
—¿Por qué no me lo habías dicho? —Vicente rompió el silencio y tomo asiento a mi lado
—Porque estoy cansada de la lástima que me brindan luego de que conocen como me siento...
Dejé a los dos chicos en el balcón y me puse en marcha fuera de la habitación, hicieron un par de preguntas e intentaron detenerme, pero apresuré el paso y para cuando abrieron la puerta de la Suite, yo ya estaba en el ascensor.
—Hola... buenas tardes ¿Fred? —interrumpí al hombre que se encontraba detrás de la barra de la recepción concentrado en unas carpetas
—Señorita, buenas tardes ¿en qué puedo ayudarla?
—Me encantarían un par de mojitos, pero... —hice puchero— no sé si en el bar del hotel estén de acuerdos con mi edad
—Ciertamente, no. Las políticas prohíben el expendio de alcohol a menores —coloqué ambos brazos cruzados sobre la barra y mi frente encima de ellos como muestra de haber perdido mi tiempo
—¿Algún lugar donde pueda ir a relajarme?
—Sí, por supuesto, contamos con un Spa, un gimnasio, piscinas e incluso le podría ofrecer tragos sin alcohol
—Vale... gracias Fred —suspiré
Di media vuelta y me dispuse caminar al bar, al menos un coctel sin alcohol era mejor que nada
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CIUDAD DE LAS ALMAS | TERMINADA
Novela JuvenilEn medio de la confusión y el miedo, Akalena quien fue salvada del vientre de su madre, la cual moriría días después del alumbramiento debido a las graves quemaduras y heridas que quedaron en su cuerpo, tras aquel 26 de abril de 1986, en Pripyat, lu...