Dos.

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La casa de los tíos de Jin era acogedora, tenía ese calor de hogar que siempre imaginaba tenían las casas donde las familias se querían y vivían casi en completa paz, él no llego a saber nada de eso cuando menor, pero al menos ahora tenía la oportunidad de experimentarlo, además la tía de Jin lucia más como su madre que como otra cosa, ella trataba de limpiar las sucias mejillas de un niño de veintidós años que se acababa de manchar con chocolate caliente mientras que el tío solo reía desde el marco de la puerta de la cocina.

-Deja a ese niño o lo avergonzaras delante de su . . .

El señor Kim se le quedo mirando, buscando una etiqueta para Yoongi, ahí era su compañero de clase y nada más, las etiquetas se habían quedado en casa.

-Amigo - contesto Jin por este libre de las manos de su tía - Yoongi.

-Oh, Yoongi - repetía su tío - es raro que traigas amigos que no sean los de siempre, creí que era tu novio, pretendiente o algo parecido.

-¿Qué? - replico Jin - ¿Por qué doy esa impresión?¿Novio?

Su tío comenzó a reír dándole la espalda y entrando a la cocina, simplemente pretendía molestar a su malcriado sobrino y lo habia conseguido.

-Ignóralo - decia la señora Kim - solo está feliz de que no solo sea Jungkook tu amigo.

-Es difícil hacer nuevos amigos - decia Jin - además para que quieres tantos si después la mayoría solo se ira.

-Y tú y Jungkook prometieron estar juntos siempre - repetía su tía como una especie de mantra.

-Jungkook es más que mi amigo - decia Jin.

-Eso debe ponerme celoso - intervino Yoongi - o solo un poco.

Jin solo lo fulmino con la mirada ante las risitas de la tía de este -Que tal si vamos por algo para tomar a la tienda - propuso Jin tomando de la mano a Yoongi y sacándolo de la vista de sus tíos.

Lo condujo calle abajo atreves de el vecindario que seguía tan lleno de vida como cuando llegaron.

-Ignora a mis tíos - le pedía Jin - solo se emocionaron porque te traje, creo que piensan que soy una especie de ermitaño que solo esta ahí esperando que el tiempo pase.

-Nuestras familias no son fáciles, descuida; pero la tuya es agradable, me gustan.

-¿De verdad? - preguntaba Jin entusiasmado volteándole a ver.

-Si, son buenas personas.

-Me criaron claro que lo son.

-¿Tienen algún hijo propio? -quiso saber, se le hacia extraño que solo Jin estuviera ahí.

-No, no pudieron tener hijos así que de algún modo tome ese lugar.

-Ya veo, te malcriaron.

Entre risas fueron y vinieron de la tienda, Yoongi tenia curiosidad de la habitación de Jin, era justo verla, después de todo habia visto sus fotografías vergonzosas esa mañana y si ahora podia encontrar algo que los pusiera en el mismo nivel, así que aprovecho que este se mantenía distraído con su tía en la cocina colocando la mesa y fue hasta lo que penso seria la habitación de Jin y es que la logro reconocer por un simple detalle, la puerta por fuera tenia una fotografía de este tal vez de unos doce años, era aquella que te ponen en tu credencial estudiantil, donde sales siempre como si estuvieras enojado y el Jin niño de aquella época claro que lucia molesto.

Abrió hallando abierto y entro con cuidado para no hacer ruido, el espacio estaba lleno con cosas de Pokémon y otros videojuegos, Jin era fanático de estos al punto de tener tapizadas sus paredes aun después de tantos años, además de ello tenia un pequeño librero repleto de todo tipo de libros y lo que le llamo la atención al final de todo aquello un pequeño peluche rosa en forma de camello mal formado, puesto que no tenia joroba, quizá estaba así de tanto tiempo que llevaba con Jin, se podia imaginar al niño malhumorado de la puerta sosteniendo aquel juguete, viéndolo de cerca era más feo pensaba este tomándolo entre sus manos.

Después de tus cartas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora