Después de tus cartas.

Decido sobre mi.

-Felicidades señor Min, acaba de cerrar uno de los primeros tratos en su carrera de negocios - decia un alegre Jin mientras manejaban de vuelta al hotel.

-Te dije que lo tenia todo resuelto - decia Yoongi sonriendo de oreja a oreja.

-Por eso te quedaste despierto toda la noche.

-Tenia prioridades, lo sabes Jin.

-Yo era esa prioridad - respondió inflando el pecho.

-Sabes que si, tu y ese lunar al lado de tu glúteo izquierdo lo son, son prioridad para mi en estos momentos.

-¿Lo seguirán siendo cuando regresemos a casa? - pregunto un tanto triste Seokjin.

-¿Te gustaría que lo fueran? 

-No . . . no podemos, tendríamos . . que hablar con ellos y Jimin, él . . . 

Y a él se supone que Yoongi lo amaba, que Jimin seria esa persona que permanecería a su lado el reto de su vida, ya tenían planes a futuro, ya tenían una vida armada y llegar a romperla de un momento a otro . . . 

-Descuida Yoongishi, no te hare elegir entre él y yo - mencionaba Jin mirando al frente, a la carretera - nos dimos nuestra oportunidad y . . . se que juntos . . .

-¿Jin?

-Que juntos habríamos sido una buena pareja.

Juntos habrían hecho tantas cosas pensaba Yoongi, pero aquello formaba parte de su pasado, ese donde un buen día se enamoro de su compañero de clases y comenzó a escribirle cartas de amor todos los días, ese chico lo habia rechazado y Yoongi de alguna manera pensaba hacerlo caer, pero los planes nunca resultan como queremos y a mitad de sus planes el pequeño Jimin hizo su aparición robándole el corazón y sanando las heridas que Jin en su momento provocó, mismas que parecían aun abiertas de lo contrario no estaría en sus pensamientos sin importar el que.

-Necesito algo de tomar - mencionaba Jin a su lado estacionando el auto cerca de una tienda de conveniencia, sacando a Yoongi de sus pensamientos - quieres algo Yoongi.

-Un café estaría bien.

Jin le sonrió extendiéndole un par de billetes -No te tardes.

Yoongi sonrió ante Jin, ese chico podia hacerlo ir a la luna a buscarlo si existiera tal escenario, asi que solo hizo a un lado su dinero disponiéndose a salir del auto.

-Te invito, descuida.

-Un jugo, por favor. 

Resignado salió del auto, tenia que complacer al hermoso chico dentro de este que al menos por ese día era suyo.

Entro a la tienda encaminándose a el gran refrigerador del fondo, ahí siempre habia jugos así que solo tomaría el de Jin y . . . 

El llanto de un bebé lo hizo girar en dirección al mostrador, fue entonces cuando el alma se le cayo al piso, tenia tantos años sin verlo, sin saber de este y lo que habia ocurrido con su vida, él llevaba al pequeño bebé en brazos y por su cara de desesperación no debía de estar pasándola bien; pero Yoongi simplemente tenia que pasar desapercibido, no quería que lo viera, no es como que no lo hubiera superado, la persona que ahora no podia superar estaba en su auto esperando por su jugo, simplemente no quería toparlo, que le contase de lo perfecto que ahora debía de ser su vida.

Jin podia esperar un par de calles más hasta ver otra tienda penso comenzando a salir del lugar, solo atravesaría la puerta y . . .

-Yoongi . . . ¿Yoongi eres tu?

La voz de este choco contra sus oídos, podia ignorarlo y seguir con su camino, podia simplemente dejarlo pasar.

-¿Aun me odias? - pregunto ya a sus espaldas - mírame por favor.