Lo habia estado observando durante toda la velada, ese par de labios esponjosos que simplemente quería volver a besar, sus grandes ojos que lucían tristes y en verdad deseaba preguntar lo que le ocurría, pero dado a lo ocurrido entre ambos en su viaje de negocios, posiblemente se arrepentía de faltarle a su novio, o estaba triste porque las cosas no se dieron como se debía de dar, porque sabia que las cosas entre él y Jimin iban muy en serio, podría ser por tantas cosas.
Yoongi estaba seguro que era el causante de cualquier pensamiento negativo que Jin pudiera tener en esos momentos, ese día que el chico se hubo entregado a él, le habia parecido un sueño, casi no podia creer estar conociendo cada uno de los secretos de Jin a lo largo de aquel perfecto cuerpo que habia sido el causante de un sin fin de sentimientos nuevos, de emociones chocando en el cuarto de un hotel desconocido, en una burbuja creada de un momento a otro; ahora se sentía despreciable y vil, no quería ver a Jin triste y confundido por su culpa una vez más, se supone que Yoongi ya habia elegido y lo habia hecho, Jimin habia sido esa elección la que en verdad llenaba su corazón y ocupaba su mente, pero . . . no era capaz de tomar una hoja en blanco una pluma negra y comenzar a describir todo eso que sentía por el lindo chico de cabellos rubios, todos y cada uno de sus pensamientos siempre iban dirigidos al chico de los enormes ojos almendrados.
Le resultaba sumamente sencillo sentarse delante de una libreta y comenzar a plasmar pensamientos en torno de Jin, algo malo debía de existir en su cabeza para no estar al lado de la persona que le hacia entrelazar palabras y convertirlas en poemas, era el estúpido chico de al lado que no podia decidir entre dos chicos que se habían presentado al mismo tiempo en su vida.
Pero ya lo habia hecho Jimin era su Jimin, de nadie más y no podia hacerse a la idea de que alguien más lo tuviera, sin embargo Jin, él era el tipo de persona que sabes que te pertenece desde el principio que cruzas mirada con esta, el tipo de persona con la que te importaría poco las circunstancias de tu entorno siempre que se estuviera a su lado, Jin era la estrella que brillaba sobre su cabeza y Yoongi el niño egoísta que se esforzaba en atraparla.
-Cierra la boca - decia Hobi a su lado sacándole de sus pensamientos - se discreto y deja de mirarlo como si fuese a desaparecer.
-No se de que hablas - decia este levantándose de la mesa, necesitaba una cerveza - Vienes Jin, traigamos un par.
La mirada de Jungkook inmediatamente se lanzo sobre de él, no tenia idea de que aun lo odiase, después de todo era el unico que le expresaba sus sentimientos tal y como era debido, solo pudo ignorarlo viendo como Jin le obedecía saliendo a la barra a su lado.
-Creí que tu novio estaría aquí cuidándote - decia este curioso.
-Tuvo cosas que hacer, asuntos.
-¿Por eso estas triste? - pregunto sin pensarlo.
Jin le miro extrañado y luego negó con la cabeza -No estoy triste por Nam, creo que . . . no la sentiría tan fácil.
Yoongi no logro entender aquello -¿A qué te refieres?
-Ya sabes . . . no es que lo extrañe exactamente como se debería así que . . . no podría sentir exactamente ese tipo de tristeza.
-Tú . . .
-No se si seamos la pareja perfecta que nuestros amigos esperan, o si quiera que debamos de estar juntos - confesó este acercándose a la barra.
-Oh si es el lindo chico que no es Yoongi - decia Jackson del otro lado - sabes que me han preguntado por ti un par de clientes en lo que va de la ultima hora.
-¿Sabes que no tienes que brindar información de tus clientes? - saltaba Yoongi mirándole despiadadamente.
Jackson soltó una sonrisa ante las palabras de este - Puedo si el cliente lo autoriza.
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Después de tus cartas.
FanfictionSeokjin recibe cartas de amor anónimas todos los días, uno de tantos su admiradora secreta decide que es tiempo de que ambos se conozcan y lo cita, solo que al llegar al lugar del encuentro no resulta ser exactamente quien imagino . . .