Dos meses había pasado desde que nuestro pequeño Kimhan había nacido y hoy por fin le daban el alta, mientras escuchábamos las últimas instrucciones de la enfermera, yo estaba ansioso, después de este difícil tiempo, estaba recién respirando con tranquilidad.
Terminé de vestir al pequeño que ya había recuperado su peso y había crecido unos centímetros, seguía siendo chiquito, pero ya era fuerte y estaba sano. Lo cubrí con una mantita y lo cargué, mientras Jeff tomaba el bolso del pequeño y unos papeles que le entregaba el médico.
Cuando llegamos al auto, lo colocamos en su sillita y me senté atrás a su lado, el pequeño con sus enormes ojos miraba todo, desde hace unos días habíamos descubierto que el pequeño era muy curioso y despierto.
—Este es tu primer viaje en coche, dije besando sus mejillas y haciendo que hiciera pequeños soniditos, los cuales se habían convertido en mi música favorita —Todos te están esperando en casa, de seguro querrán cargarte y mimarte a por montones.
—Te juro que, si no supiera que nuestros padres me matarían, los tomaría a ambos y me los llevaría a un lugar alejado donde pudiésemos estar los tres solos, dijo Jeff mientras manejaba —No los quiero compartir con nadie.
—Todos están esperando hace mucho, dije riendo por la posesividad de Jeff —Es justo que puedan compartir con Kim, estaban todos muy preocupados y ansiosos por recibir a nuestro hijo.
—Lo sé, aun así, me gustaría disfrutarlos un tiempo más sólo para mí, dijo mientras su cálida mirada, cruzaba con la mía, a través del espejo del auto — ¿Por qué no nos vamos de vacaciones?
—Deberíamos esperar un tiempo, al menos hasta que Kim sea un poco más grande, dije viendo al pequeño, chupar su dedito con gusto — ¿Tienes hambre amor?
El pequeño me miro y sonrió, era maravilloso ver como la voz de Jeff o la mía lo hacían reír de inmediato, cuando teníamos visitas, entrabamos a los cuneros y bastaba con que nos escuchara para que riera y nos buscara con sus ojos brillantes y atentos.
— ¿Quieres que me detenga para que lo alimentes?, dijo Jeff con suavidad.
—Comió hace poco, dije acariciando la nariz de mi pequeño —Puede esperar a llegar a casa.
Mi castaño sólo asintió y continuo con el viaje, al llegar a casa, todos nos esperaban en el living, había globos y muchos regalos con asombro miré a nuestra familia y amigos repartidos por el salón.
Mi madre y Noolek se nos acercaron —Se que no pudimos organizar un baby shower, pero ahora estamos haciéndolo, espero no te moleste que nos hayamos tomado la atribución de organizarlo.
—Claro que no, dije agradecido, por tanto, amor — ¿Quieren cargar al pequeño?
Por supuesto me dijeron que sí, así que se lo entregué a mi madre y yo me dispuse a saludar a todos los presentes, como lo supuse, Kimhan paso de brazo en brazo, mientras un preocupado Jeff, lo seguía como sombra, asegurándose de que lo cargaran bien, que tuvieran cuidado con la cabeza y todos esos detalles.
—Nos vamos en dos días, dijo Pond llamando mi atención —Queremos que nuestro bebé nazca en Rusia y estamos al límite, para poder tomar un avión.
—Te extrañaré, dije tomando sus manos —Fue bueno este tiempo juntos.
— ¿Piensas quedarte a vivir acá?, dijo mi amigo, bebiendo un sorbo de su cerveza —Pensé que querías volver a casa.
—Quiero pasar una temporada en Rusia, pero no sé si a Jeff le parecerá buena idea, dije suspirando al recordar lo bien que lo pasé en Moscú —Pero con Jeff descubrí que una casa la tiene cualquiera, pero un hogar es el lugar donde puedes dejar tu corazón y el mío lo tiene el castaño y mi hijo.
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Un año para enamorarte | JeffBarcode
Любовные романыJeff es hijo del líder de la mafia de Bangkok, por situaciones desafortunadas su camino se cruza con un joven médico, el cual lo ayuda, sin saber que su gesto lo convertirá en la obsesión más profunda del heredero de la mafia, a tal punto que esté e...