Capítulo 14

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Hace dos días que Mile se había ido en busca de Jeff y todo marchaba mal, el pelinegro me había llamado de inmediato para contarme que nadie sabía dónde estaban, tanto él como Boss estaban desaparecidos, saber eso había sido suficiente para sumirme en una angustia severa que no me permitía hacer nada más que llorar y esperar un nuevo llamado de Mile, las suaves caricias de Noolek me hicieron volver a la realidad, la miré y vi sus ojos tan rojos como los míos.

—Todo va a estar bien pequeño, debes comer algo, dijo ella con ternura, mientras me daba un pastelito con un leve temblor en las manos lo tomé, pero no lo llevé a mi boca.

—Tenemos que volver a Tailandia, dije mordiendo mi labio —Quiero estar ahí cuando Jeff aparezca.

—Mile nos pidió que no lo hiciéramos, dijo ella tan acongojada como yo —Creo que debemos hacerle caso.

—Siento que muero de angustia, dije llorando en su hombro, el susto y las hormonas revolucionadas no ayudaban a mi estado anímico —Podemos escondernos o algo, pero quiero estar ahí, me iré con o sin ustedes, ya lo decidí.

—Vamos Barcode, dijo ella poniéndose de pie con seguridad —Me comunicaré con el piloto, para que tenga el jet disponible en unas horas.

—Gracias Noolek, dije en un suspiro, cuando me dejó solo, tomé mi maleta y comencé a empacar las cosas que había traído, no perdí tiempo en cerciorarme por segunda vez si es que me llevaba todo, al fin y al cabo, mi prioridad era estar lo antes posible en el avión.

Me despedí de mis padres y les prometí que les contaría todos los detalles cuando Jeff estuviera con nosotros, ellos pese a no estar muy convencidos me dejaron ir.
























El viaje a Tailandia se hizo en extremo tedioso, lo sentí el doble de largo que el que hicimos de ida, sin embargo, no alcanzamos a bajarnos del jet, después de aterrizar cuando mi teléfono sonó, con rapidez conteste.

—Barcode encontré a Jeff, dijo Mile sin esperar mi saludo.

—Gracias a Dios, dije sintiendo que mi cuerpo se tambaleaba — ¿Dónde estás?

—Voy camino al hospital General, tu novio se desmayó, así que quiero que lo revisen para descartar cualquier cosa, dijo con la voz tensa —Te llamo cuando el doctor lo haya atendido.

Sin esperar respuesta me colgó, con nerviosismo pagamos un taxi y nos dispusimos a ir al hospital, quería escuchar yo mismo lo que el médico tenía que decir. Cerca de 35 minutos después, llegamos al centro de salud, pasamos por informaciones y nos dispusimos a ir donde la enfermera nos indicó que estaban atendiendo a Jeff.

Cuando Mile nos vio, caminó con enojo a nuestro encuentro —Lo único que te pedí, fue que te quedarás en tu casa, dijo con un suspiro —Eres un gran dolor en el culo Barcode.

—Lo sé, dije tocando sus hombros, se veía ojeroso y muy demacrado, juraría que no se había dado una ducha desde que llegó a Tailandia — ¿Dónde está Jeff?

—Le están haciendo exámenes, lleva unas horas inconsciente, dijo el pelinegro con suavidad —El doctor cree, que puede tener una contusión cerebral.

— ¿Se golpeó la cabeza?, dije preocupado — ¿Qué pasó Mile donde estaba?

Cuando me iba a contestar, el médico salió con preocupación, se acercó a nosotros y comenzó a hablar —Soy Gulf, el médico a cargo del señor Satur, él tiene el cerebro inflamado, hay una vena en su cerebro que está siendo presionada debido a la inflamación, debe someterse a una operación de inmediato, dijo mordiendo su labio, mientras evitaba mirarnos, muestra clara de que algo no andaba bien.

Un año para enamorarte | JeffBarcodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora