Es complicado explicarlo. Llámenlo amor o fanatismo pero aquel jugador bajito había llamado mi atención y había quedado completamente enamorada de él, desde su debut con America.
Vivía al sur del país, lejos de aquel chico, al ser menor de edad se me dificultaba conocerlo y se complicó aún más cuando mi jugador estrella emigró a Europa.
Seguía cada uno de sus pasos de lejos, fui testigo de cómo su rendimiento ya no era el mismo, como poco a poco su ser fue cambiando, cada partido los minutos eran menos, hasta que fueron nulos, y así pasaron algunos años hasta que...
Diego Lainez será repatriado a México, el Real Betis, realiza un préstamo al club Tigres.
Esta era mi oportunidad de conocerlo, mi corazón latía demasiado rápido, ya tenía la edad suficiente y el ingreso económico para cumplir mi sueño.
El centrocampista debutará con el equipo regio en la jornada 5 contra cruz azul. En el antiguo hogar de Lainez.
Al saber esto rápido comencé a buscar vuelos, compre los boletos en primera fila, ahora solo me quedaba esperar el día.
—Ali, hija no puedes cruzar medio país solo para ver a un futbolista que quedó estancado—Me decía mi padre.
—No me importa papá. Yo confío en que Diego volverá a ser el mismo.— y así era, todas mis esperanzas estaban puestas en aquel jugador.
Pero nada me importo, ningún comentario tuvo algún tipo de efecto en mi porque mi esperanza estaba en que lograría cumplir mi sueño, y por fin conocería a mi amor de tantos años atrás.
El día se llegó, mil preguntas pasaban por mi cabeza.
Los recuerdos del viaje, la llegada al hotel, y yo alistándome estaban borrosos en mi mente, todo fue como un sueño hasta que llegue al estadio con una hora de anticipación. Busque mi asiento y luego me senté sintiendo las emociones a flote.
Y en un momento ahí estaba él, su cara era más madura, su cuerpo mas robusto. Ya era un adulto al igual que yo y por mi mente no pasaba nada.
—Vamos Diego, confío en ti.—grite con todas mis fuerzas para que me escuchara y con la esperanza de que mi grito no se perdiera entre los despectivos de la demás gente a mi alrededor quienes se quedaron en silencio y mirándome juzgadora.
El centro campista pareció escuchar mis ánimos en medio del abucheo en su presentación. Y giró su mirada hacia donde yo estaba, me quede tiesa, mi pensamiento en voz alta había sido escuchando por él y me dedicó una sonrisa.
El entro al campo con su característico ritual antes de comenzar un partido.
Y la primera jugada de Diego apareció.
Lainez la tiene, la lanza y uff en el travesaño.
Su cara de decepción lo decía todo.
—Vamos Diego, tú puedes, confío en ti.— Volví a gritar dándole ánimos a aquel chico que pareció volver a ecucharme y me sonrió de nuevo.
Estaba muerta de los nervios.
Y así transcurrió el partido, afortunadamente con resultado favorable para los felinos.
Una mezcla de emociones se junto en mi pecho al ver a las personas salir de su asiento y comenzar a abandonar el estadio.
Había cumplido mi sueño, lo había conocido y le había podido gritar y animarlo para que se sintiera mejor, y mejor aún, el lo había escuchado, y me había mirado. ¡Sabía de mi presencia! Y eso me hacía intensamente feliz, pero a la vez, el pensamiento de que tendría que irme y la incertidumbre de no saber cuándo lo volvería a ver dejaba un sentimiento agridulce en mi pecho.
Pero, tenía que concentrarme en disfrutar el momento y no comerme la cabeza con los pensamientos negativos.
Unos minutos después la gente comenzó a desalojar el lugar así que decidí levantarme del asiento para también yo irme directamente al hotel a recoger mis cosas y de vuelta al aeropuerto.
Camine unos cuantos metros, cuando entonces cuando escuché la voz de un hombre llamar.
-Hey, tu chica bonita.
No le hice mucho caso, tal vez no era para mi, o era un viejo rabo verde quien quería llamar la atención.
—Te hablo a ti chica que confío en mi.
Literalmente me quede tiesa, no supe que hacer, mi cerebro capto lo que estaba sucediendo y mi corazón latió erráticamente, el me estaba llamando a mi.
Gire lentamente y el me saludo con su mano.
—Ven quiero darte un regalo.—hizo un ademán con su mano para que me acercara y así lo hice. A pasos lentos y temblorosos camine hacia el.
Una vez que estuve lo suficientemente cerca de él, se quitó la camisa y le pidió un plumón a una persona que estaba cerca de él observando todo lo que sucedía.
—¿Cual es nombre chica bonita?.—preguntó mirándome y sonrió
—Ali.—pronuncie apenas en un susurro.
-¿Como?, habla fuerte no te voy a morder.—me miro divertido.
—Ali, me llamo Ali.—repetí ahora en voz más alta, pero aún temblorosa.
Aquel chico de mis sueños comenzó a firmar su camiseta y al término me la tendió, yo rápidamente la tomé y mi gesto le dio risa.
Su hermosa risa que había escuchado tantas veces por videos, por fin la había escuchado en vivo y en directo, se rió de mi, frente a mi.
—Bueno Ali, espero verte pronto.—Me guiño un ojo, luego de acercó a mi y dejo un beso en mi cachete dejándome anonadada.
Luego de que se dio la media vuelta y desapareció entre el túnel dejándome atrás en shock.
Para Ali, la Niña Bonita que cree en mi. Con amor, Diego Lainez
Las lágrimas de felicidad se acomunaron en mis ojos mientras que solo podía pensar en una cosa.
No dudes de eso Lainez, nos veremos pronto.
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Sorpresaaaa Alii Idea y escrito por aleo_02 Bendito tu insomnio
