Las canciones de señora dolida eran una excelente opción cuando las cosas en pareja habían terminado.
Mientras conducía camino a mi casa pensaba en las posibilidades de que Jorge y yo siguiéramos juntos eran casi nulas, pues se había convertido un tanto celoso. Nuestra relación era algo demasiado tóxico que al final no pude soportar y termine por romper todo.
Y aquí es donde comienza la historia, yo siempre había sido de la banda azul crema, cuando llegamos de Torreón a CDMX nuestra vida cambió totalmente por ese hecho.
Era obvio que al llegar ahí conocería a todos mis ídolos, había crecido con algunos y me emocionaba conocer a los nuevos.
Flashback
En la presentación de Jorge al equipo, los directivos hicieron una pequeña reunión y bueno, iba un tanto nerviosa por eso, ¿Serían amables con nosotros?.
Estaba nerviosa, pues iba a conocer al equipo de mis amores junto al amor de mi vida.
Al llegar todos nos dieron un cálido recibimiento, era como un sueño, hasta que...
—No quiero que te le acerques a nadie.—Susurró en mi oído.—Mira como te ven.
—Pero no me están viendo mal, solo se están portando amables, Jorge.—respondí cansada al saber lo que se venía.
—Eso crees tú Flor, pero en fin, quédate ahí sentada en lo que voy por algo de tomar.—Apuntó hacia una mesa alejada de las demás.
¿En qué momento pasó todo esto? ¿Por qué está desconfiando de mi?
Una voz masculina me saco de mis pensamientos.
—Florecita de loto, ¿por que estas tan sola?.—Richard Sánchez era el que se acercaba a mi.—¿Puedo sentarme?
Dude un momento pero acepté y el comenzó a hacerme plática.
Era un chico muy agradable y eso me gustó de él, entablamos una buena conversación y el comenzó a hacer bromas que obviamente me hicieron reír demasiado y bueno las risas se vieron interrumpidas.
—Muchas confiancitas, ¿no?.—Jorge apretaba ligeramente los vasos en ambas manos.
—Solo estábamos platicando Jorge.—Lo miré un poco mal.
—Si, aparte estaba aquí sola y alejada de todos, como regañada.—Richard se levantó de la silla y pasó al lado de juegue topando levemente su hombro.—Pero bueno ya no está sola, yo me retiro, nos vemos Florecita de cempasúchil.—me dedico una sonrisa y se fue.
Aquel chico notó la actitud de Jorge y mejor opto por irse.
—Sabes que Jorge yo también me voy, en casa hablamos.—Me levante de la silla dejando ahí a Jorge.
Fin de flashback
Esa noche había terminado a Jorge, hasta el día de hoy habían pasado dos meses, en los que yo no había tenido contacto con él, solo me había dedicado a trabajar y esconderme en mi mundo para no sufrir la pérdida que acaba de tener.
Al llegar a mi casa en los altavoces del coche sonaba aquella canción que tanto me recordaba a él, suspiré pesadamente y recargue mi frente en el volante, hasta que me anime a bajar del coche.
—¿Cómo te va mi amor como te va?.—Comencé a cantar en voz baja y buscar mis llaves.—¿Eres feliz mi bien?, sin engañar.
Mal.— Fui interrumpida por aquella voz Yam conocida.—Y no, tampoco estoy feliz.—Me quede estática pues no me esperaba eso.
—Flor, te extraño.—Sus ojos comenzaron a llenarse de pequeñas gotas que amenazaban con salir frente a mi.
—Jorge, no.— intente detenerme y me puse firme pero sus lágrimas me causaban debilidad.—No se que juego pienses que es, pero me canse de tus celos Jorge, nunca te di ningún motivo para desconfiar de mi.
El solo bajo la mirada.—Perdoname amor, el cambio me tenía vuelto loco.
—Esa no es justificación Jorge.—Abrí la puerta de mi casa dispuesta a cerrarla y terminar con esto pero interpuso el cierre con su pie.
—Dame otra oportunidad, solo una. Por favor.—Las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas.
—Jorge.—Dude unos segundos.—Bien, esta es la última. Una más y me voy.
El me miro con esperanza y felicidad
—Te amo mi Flor, te amo demasiado y prometo aprovechar esta oportunidad.—Finalmente plantó un beso en mis labios.
Y el resto, es historia.
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