Las Chivas estaban en la final, gracias a aquel golazo de mi novio. En el último momento, en el más cardiaco toda la tribuna festejaba con nosotros.
Comenzamos a bajar para festejar con ellos, yo un poco nerviosa, pues antes de conocer a Jesús yo había tenido algo que ver con uno de sus compañeros, Jesús lo sabía, con la llegada de Pocho a Guadalajara y sus miradas dedujeron que entre nosotros había algo. Unos meses después pocho se casó y las cosas con Jesús quedaron en paz.
—Mi amor no sabes lo orgullosa que estoy de ti.—Me abalancé sobre el y enredé mis piernas en su cintura y el tomó mis nalgas para sostenerme.
—Esto es por ti y para ti mi Yoss, gracias por estar siempre conmigo y apoyarme en todo.—respondió para después darme un largo beso en los labios hasta que se nos acabó el oxigeno y tuvimos que separarnos.
Vimos como los chicos celebraban, le habían ganado a su mayor rival en su casa, y con su gente.
La emoción, y la tensión se habían juntado en mi cuerpo, decidí que iría al baño, le avisé a mi novio quien simplemente asintió y emprendí mi camino.
Iba tan sumergida en mis pensamientos, que no me di cuenta que alguien me acompañaba desde que salí de la cancha, no fue hasta que sentí unas manos rodear mi cintura y apegarme a su cuerpo, yo reconocía ese aroma.
—¿A mi no me felicitaras?.—Susurró sobre mi cuello y después dejo un pequeño beso en él.
Me separé bruscamente y lo empujé.
–Victor ya déjame vivir en paz.—Solté un golpe en su pecho, pero al parecer ni lo inmutó.—Estás casado y tienes una hija, ya déjame en paz.—Comencé a caminar en dirección al túnel para ir de nuevo a la cancha.
Víctor jalo de mi mano y me acorralo en contra de la pared.
–Nunca me olvide de ti.—Aspiro el olor de mi cuello y me puse nerviosa.—Aún no olvido tu olor, tu piel, trate de olvidarte con otra persona y las cosas salieron mal Yoss.
Trague saliva nerviosa, si alguien nos encontraba en esta situación lo malinterpreta.
—Ya déjame ir.—Forcejeé tratando de soltarme de su agarre pero era imposible.
–Por favor intentemos esto de nuevo, escápenos y dejemos todo aquí.—me rogó una vez más sin soltarme de su cuerpo.
–Jamás, suéltame.—Jale mis manos que estaban siendo sostenidas por él- Yo adoro a Jesús y jamás lo dejaría por ti.—me defendí.
–Pero si el chiquetito es un niñito, no sabía que te gustaban menores.—Apretó mis manos más fuerte.
–Solo son dos años, Víctor en verdad déjame en paz me quiero ir– comenzaba a desesperarme y el no cedía.
—No dirías lo mismo si supieras lo que yo se, hermosa.—susurro contra mi oído haciéndome temblar.
—Si no me sueltas comienzo a gritar.—lo amenace sin entender a lo que se refería, pero conociendo al Pocho seguramente eran inventos de el.
-Hazlo y no sabes de lo que soy capaz.—Alzo los hombros.
–AYU...— pero no pude terminar de gritar por ayida pues en ese momento Pocho estampó sus labios con los míos, al principio no correspondí pero, la carne es débil.
Cuando por fin me libere de su agarre, comencé a correr en dirección a la cancha de nuevo, mirando hacia atrás como si un asesino estuviera detrás de mi.
Al estar en cancha busqué a Chiquete por todos lados, entre la multitud y no lo encontraba, hasta que mis ojos se dirigieron a la esquina de la cancha.
El sostenía a una rubia por las caderas mientras susurraba algo en su oído y ella reía coquetamente, a pasos lentos me acerqué a ellos para que no se dieran cuenta que estaba ahí.
–¿Interrumpo algo?.—Ellos se separaron bruscamente y el me miro nervioso.
–No amor, mira te presento a Brenda, una amiga.—La chica me miro de arriba hacia abajo.
–Un gusto, soy Yoss, su prometida.—Dije recalcando las ultimas palabras con una sonrisa más falsa que sus bubis de silicona.
–Bueno amor, creo que es hora de irnos.—Dijo algo nervioso, hasta pálido se veía.
–Si mi amor, tenemos que irnos a festejar.—a propósito lo bese frente a la chica.—Nos vemos luego amiga.—sonreí falsamente mirando como comenzaba a ponerse roja.
Comenzamos a caminar en dirección a la salida del estadio con nuestras manos entrelazadas, ek abrazandome por las caderas con una mano en mi trasero.
–Amor ¿por que tardaste en el baño?.—Pregunto intrigado una ves que hubo menos ruido
–Pues me encontré a unas conocidas y me quede platicando con ellas.—invente
–¿Pero todo bien amor?.—Preguntó aún nervioso.
–Todo perfecto.—respondí mirando como Pocho nos veía desde una esquina.
Este me guiño el ojo, lo cual yo correspondí. Ahora entendía a lo que se refería en el baño.
—Te amo mi amor. No lo olvides nunca—Chiquete tomo mi mano izquierda y beso mi dedo anular donde se encontraba mi brillanté anillo de compromiso.
Yo solo sonreí y lo mire a los ojos que me veían con temor.
—Yo también te amo, Jesús.
No te preocupes cariño, estamos a mano.
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Pedido por YyoossS Espero y te guste 🫶🏻 Si quieres segunda parte nosotras encantada de hacerla
