El príncipe de hielo│JeffBarcode

Capítulo 02.

꒷🌹꒷

"Sueños que no son sueños"

Observaba su reflejo en el espejo, sus pupilas completamente rojas mientras sus mejillas tomaban un color carmesí ante las evidentes lágrimas que resbalaban por su lo pálido de su rostro, sus parpados se sentían pesados ante la preocupación de ver a su príncipe recostado sobre la cama sin dar ningún tipo de señal, su corazón latía con fuerza como una extraña conexión con aquello que trataba de darle una advertencia, pero la frustración crecía al no poder entenderla con claridad. Algo malo estaba ocurriendo y nadie estaría dispuesto a decirle la verdad, eso era lo que estaba comenzando a molestarlo.

Barcode se desmayo de la nada, los súbditos solo descendieron su cabeza, los reyes parecían no estar sorprendidos todo lo contrario estaban preocupados por una supuesta complicación y avance en sus síntomas, con eso pudo deducir que había sucedido antes y con el paso del tiempo podría empeorar.

Dentro de su mente trataba de entender porque nadie quería darle una explicación ante lo sucedido, era grave se mostraba en la piel del chico demasiado pálida a lo que realmente era, pero las preguntas eran evadidas por todos, incluso el propio hechicero. Quería descubrir lo que sucedía, así que trato de escanear su salud a través de la mirada, pero lo único que encontró fueron miles de interferencias ante su poder.

Todo era tan extraño que seguramente se trataba de un hechizo mortal, pero prefería pensar que solo era por los cambios de la luna, después de todo sus suegros le dijeron que no había motivo para preocuparse.

Sin embargo la conversación que escucho detrás de la puerta le hizo pensar cosas bastante diferentes, la preocupación era evidente en su voz, la reina soltaba pequeñas lágrimas cargadas de esperanza que en algún momento todo se detuviera, según ellos su matrimonio sería la salvación, pero las cosas no eran tan fáciles como parecían.

Cuando lo dejo sobre la cama, la mano del menor se aferro a su capa negra temiendo que lo dejara solo en ese momento, sin embargo debía hacerlo porque el hechicero se encargaría de despertarlo y hacer que su energía se haga un poco más fuerte hasta el día siguiente. Confiaba en que después de eso no correría ningún peligro, prefería quedarse esa noche para cuidarlo y estar seguro que nadie entraría a terminar con lo más hermoso de su vida.

—Con estas posiciones despertara, sin embargo su conciencia no regresara del todo — explicó alejándose de la cama — Esta vez el ataque fue leve, todo estará bien.

¿Qué era lo que tenía la lucecita que iluminaba su mundo? ¡Maldita sea! Estaba cansado de que todas esas preguntas estuvieran abordando su cabeza y nadie se diera el tiempo que responderlas, quería una explicación lógica en ese momento.

Todos salieron de la habitación sin mencionar una sola palabra confiando en que lo cuidaría bastante bien, dejaron algunas pócimas que tendría que tomar si llegaba a despertarse durante la madrugada, la reina lo miro con ternura y al mismo tiempo con melancolía como si estuviera asustada de perderlo antes de su matrimonio, no tenía sentido en realidad porque todos aseguraban que su salud era estable. Parecía que estaban mintiéndole en absolutamente todo y eso no quería tolerarlo.

Lo miro por algunos segundos admirando la suavidad evidente en su rostro, acaricio con cuidado sus mejillas para asegurarse que su cuerpo tuviera un calor corporal normal, el hechicero le recomendó quedarse junto a él no solo para cuidarlo, si no para ayudar a que los estragos disminuyeran de forma considerable, así que lo haría. Todo para que su príncipe bonito mejore.

—Aun con todo lo sucedido — sonríe mientras pasa su dedo por el puente de la nariz — Sigues siendo el niño más hermoso de este mundo, todos deberían tener envidia ante tu belleza.