Capítulo 2

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Sentimientos.

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El Intentó advertirme lo que mi corazón se negaba a aceptar, pero sus ojos me obligaban a quedarme.

El Intentó advertirme lo que mi corazón se negaba a aceptar, pero sus ojos me obligaban a quedarme

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Desde que lo había visto, no dejaba de pasar por mi mente su estúpida sonrisa.

Malditos sentimientos

Era difícil que me gustara alguien, pero el me llamó la atención y aún no sé el porqué.

Desde el día en el que le dije ese cumplido se extendió entre mis amigos, tanto que hasta nuestros maestros nos molestaban y cada vez que lo veia, se formaba un maldito alboroto.

—Hoy nos toca Artística. —Comentó Danna.

—¿A qué hora?

—A la última. —Me susurró ya que la maestra de inglés detesta que hablemos en su clase.

Y como yo sigo las reglas al pié de la letra me llevo una regañada gratuita siempre.

Salí con Iris y Danna al recreo, estaba decidida a pedirle algún contacto, aunque no lo haré yó, no sé en qué momento pero Danna desapareció y solo quedabamos Iris y yo.

El dúo psicópata

—Mierda, mierda, mierda, ahí viene. —Mi corazón se heló, mis ojos no se apartaban de los suyos, cada paso que el daba hasta a mí me restaba el oxígeno.

Sus ojos se mantenían unidos a los míos haciéndome olvidar que estábamos en en colegio, en ese momento solo estábamos él y yo.

Solo el y yo...

—Viene para acá.

—No me digas. —Contesto sarcásticamente y ella ríe, mi corazón dejó de latir a una velocidad rítmica cuando veo que pasa de largo, me desconcertó el hecho de que lo haya hecho.

Iris se dió media vuelta y lo llamó haciendo que sus ojos cafés con tonos verdes volteen encontrándose con los míos nuevamente.

—Oye, disculpa, dice mi amiga si le puedes dar tu Facebook. —Le dice Iris disfrutando del momento.

Lo recuerdo tan bien, traía una de sus sonrisas, desprendía seguridad y felicidad, traía un jugo en las manos, el cuál le dió a su amigo para el tomar el cuaderno y escribir su usuario.

—Si, claro —Tomó mi cuaderno y anotó algo en la última hoja de este, me lo devolvió con una sonrisa, cortando mi respiración, mi pecho subía y bajaba a una velocidad impresionante, mi corazón iba tan rápido que parecía que iba a explotar y luego, se fué, dobló el pasillo y mi pecho comenzó a fluir con normalidad, al fin podia respirar.

Una IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora