Jake.
Me remuevo en la cama y abro los ojos de golpe, me quedo observando el techo hasta que Sam se mueve haciéndome saber que está ahí, junto a mí, sonrío al verla suspirar, se da una vuelta y termina quedando junto a mí boca arriba, me levanto de la cama suavemente, la volteo a ver por última vez, sonrío y salgo de la habitación. Remuevo mi cabello mientras cruzo el pasillo pasando por baño hasta que la luz de la cocina llama mi atención, asomo un poco la cabeza y veo a mi madre con su bata y una taza entre sus manos.
-¿Aún no estás dormida? -Sonrío y entro a la cocina.
-Cállate que tu tienes insomnio.
-Últimamente ya no, al menos no desde que la conocí. -Murmuro luego de calmar el dolor en el pecho que me dió después de sus palabras.
-¿Y ella?
-Está dormida.
-¿Sigue aquí?
-Si mamá, aún sigue conmigo.
-Vaya, y yo que pensé que te iba a dejar en menos de una semana.
-Ella me quiere. -Tenso la mandíbula ante el comentario.
-¿Te quiere? No seas imbécil, quién va a querer a un problema andante, yo que soy tu madre no te quiero, ¿Crees que ella lo hace? No seas iluso. Ella te va a dejar o tu lo harás, en algún momento vas a darte cuenta de la poca cosa que eres, tu la vas a lastimar y eso lo sabes. Solo hay que darle tiempo al tiempo, le harás lo mismo que a Joselyn y ambos lo sabemos. -Termina de lavar la taza y sale de la cocina dejándome con el corazón marchito entre las manos. Me quedo en silencio ya que de todo lo que dijo no hubo una sola mentira.
Mi cuerpo resbala suavemente por la isla de la cocina quedando en el piso, siento el corazón pesado y la garganta seca. Respiro pesadamente mientras dejo que mis pensamientos bombardeen mi cabeza. Porque todo lo que aquellas voces decían era verdad. Todos tienen razón le haré daño, igual que se lo hice a Joselyn.
¿Confundiré amor con admiración?
Yo quiero a Sam, eso lo sé, pero, ¿Ella me querrá? No la merezco, es muy buena como para cargar con un montón de problemas, no la usaré para sanar mi corazón y mucho menos mi vida. Debe irse, mientras más alejada esté de mi, su corazón permanecerá a salvo. Ella tiene que estar bien, y lo estará sin mi. -Los pensamientos se empujan para llegar al frente, sigo tirado en el piso con el corazón sangrando de dolor, unos pasos se oyen a lo lejos pero mi cuerpo no se mueve, mi cerebro manda órdenes pero mi cuerpo no las obedece.
-¿Jake? -Su voz cálida me hace saber que está destrás de la isla de la cocina. No me muevo, solo me mantengo en silencio. -¿Dónde estás? -Los pasos se alejan pero sigo sin moverme, mi vista está fija en un punto del piso, los pasos vuelven y está vez noto una sombra parada junto a mí. -Oye... ¿Qué pasa? -Intenta acercarse a mi pero mi cuerpo reacciona al instante y se aleja. La desilusión atraviesa sus ojos quemándome por dentro.
-Ve a dormir.
-Vamos los dos. -Intenta acercarse nuevamente y mi pulso se dispara.
-¡No quiero! Vete sola.
-¿Qué pasa? ¿No quieres dormir? -Murmura mientras se aleja de mí.
-No quiero dormir contigo. -Las palabras salen de mi garganta como si fueran veneno, me arde el paladar luego de decirlas. Su pecho se contrae, e intenta acercarse nuevamente pero la detengo. -¡Te dije que te fueras!. No te quiero cerca, Sam, no quiero que estés cerca... -Las últimas palabras salen en susurro. -Solo déjame, quiero que me dejes...
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Una Ilusión
Roman pour AdolescentsAmar también es dejar ir, pero... ¿Dejarías ir al amor de tu vida?